Bildu no quiere esperar más para entrar en el Gobierno vasco. Exigirá al PSOE que le apoye como ahora apoya Pedro Sánchez al PNV, si los proetarras son la primera fuerza y, además, prepara un plan B de gobierno en coalición con el PNV, en caso de que sean los de Ortuzar los que mantengan la primera posición. Y es que Bildu quiere entrar en el Gobierno vasco, sea como sea.
Nuevo problema para Pedro Sánchez por culpa de sus alianzas. Bildu no quiere ser más un espectador del Gobierno vasco. Por A o por B, quiere estar en el Gobierno de esta comunidad autónoma.
El plan A es conocido, tal y como ha explicado Libertad Digital. Pedro Sánchez ya tiene encima de la mesa la exigencia de Arnaldo Otegi, totalmente formal y verbalizada, de que en el País Vasco, tras las próximas elecciones autonómicas, debe gobernar "la fuerza más votada". Es decir, que si gana el PNV, puede haber discusión. Pero si gana Bildu, Otegi quiere la entrega en bandeja del apoyo del PSOE, como ya ha ocurrido en Pamplona.
La frase utilizada por los proetarras es descriptiva: "Debe gobernar la fuerza más votada". Y no se trata de una negociación con Sánchez. Otegi ha dado ya orden de que se utilice esta fórmula en los mítines, blindando su exigencia ante la opinión pública. De hecho, se ha puesto como ejemplo el caso de Pamplona. Y se ha señalado que se trata de una "forma de política nueva" que no admite la "carga excluyente" de los actuales pactos entre el PSOE y el PNV, como se ha encargado de explicar ya el candidato de Bildu, Pello Otxandiano, a sus bases y ha publicado Libertad Digital.
El plan B es menos ambicioso pero también supondría la entrada de Bildu en el Gobierno vasco. Y esa entrada es para impulsar, entre otras cosas, un referéndum separatista vasco simultaneo con el catalán, tal y como desde hace meses lleva anticipando Otegi. Este plan realmente está pensado para el caso de que el PNV mantenga la primera posición en las elecciones, que se realizarán previsiblemente en abril de este mismo año. En ese caso, Bildu exigirá un pacto de separatistas. Se trataría de la situación en caso de que el ganador de las próximas elecciones regionales fuera el PNV.
Bildu ha insistido en que la primera fuerza "de progreso" es la que debe gobernar, lo que, según el diccionario de Otegi, excluiría del apoyo del PSE a los del PNV. Pero, pese a eso, la frase no ha sido igual de imperativa que la primera hasta el punto de que choca con la premisa principal, en la que Bildu exige que "gobierne la fuerza más votada". Sin más acotaciones. Y ahí es donde entra el ofrecimiento de gobierno en coalición del PNV y Bildu.
Y, cuidado, si el PSOE no apoya a Bildu o el PNV rechaza la oferta de los proetarras, Bildu sí exigirá el apoyo en Vitoria, Durango, la Diputación de Guipúzcoa y otras tantas plazas como premios de consolación. O, mejor dicho, como pasatiempo hasta decidir como devolver lo que considerará una traición de Pedro Sánchez.
Y es que Bildu tiene claro que va a meter presión a Pedro Sánchez para recordarle que nunca aceptó de buen grado que no le dejara gobernar en la capital vasca, que la quiere controlar y que, si los de Otegi ganan las próximas elecciones autonómicas en esa comunidad, elevarán el precio de los pactos de mantenimiento de Pedro Sánchez en el poder.