Bildu ha llegado al Ayuntamiento de Pamplona de la mano del PSOE-PSN para acelerar la inclusión de toda Navarra en el País Vasco y crear su pretendida Euskal Herria. No se trata de ningún secreto: lo han dicho mil veces y lo han incluido de forma habitual en sus programas. Y, como se puede ver en Pamplona, lo están practicando ya. Uno de los primeros pasos que ha dado el alcalde de Bildu, Joseba Asiron, ha sido el de dinamizar la implantación de las barracas políticas conocidas como txosnas. Asiron se ha encargado ya de que estas casetas, especializadas en la divulgación abertzale, se instalen de forma acelerada y se multipliquen de cara a los próximos sanfermines.
Las txosnas ya tienen todas las bendiciones para politizar los sanfermines este próximo mes de julio. Dependen de la asignación de espacios públicos para las asociaciones independentistas que las promueven y los tendrán, tal y como ya hizo al propio Asiron en su etapa anterior de gobierno local entre 2015 y 2019. El Parque de Antoniutti y la Plaza de la O, de este modo, serán el escenario predilecto de estas barracas o casetas políticas.
El Ayuntamiento de Pamplona ya ha finalizado las bases reguladoras de adjudicación de estos espacios y ha confirmado que habrá "igualdad de oportunidades para el acceso al espacio público" como ocurrió en el mandato "2015-2019", según el Ayuntamiento. Lo que se traduce en una vuelta al modelo de implantación de las txosnas abertzales.
De hecho, la propuesta de Bildu confirma áreas como el del Bosquecillo para las casas regionales y el parque de la Taconera para la Federación de Ikastolas de Navarra.
Es más, se suman a esos espacios otros, excluidos en años previos, como Antoniutti y la Plaza de la O donde se materializará la programación del Herri Sanferminak.
Lo cierto es que tampoco supone una gran sorpresa este paso de Asiron. Y es que, por mucho que el PSOE se inventara el argumento de que apoyó a los proetarras para acabar con un bloqueo en el Ayuntamiento de Pamplona (respaldó de forma decisiva la moción contra UPN a los seis meses de formarse el gobierno), todo el panorama político es plenamente consciente de que se trató de un regalo a Bildu para que respaldara a Pedro Sánchez en su investidura y para que avanzara en el proceso separatista.
De hecho, hace un mes que Asiron se unió, por ejemplo, a la Korrika en plena utilización de este acto como homenaje expreso a etarras. La citada carrera popular comenzó en Irún el pasado mes de marzo en defensa de la imposición del vascuence y llegó a Pamplona con notas características y delatoras: la primera, que se convirtió en el escenario para ensalzar al etarra Mikel San Sebastián, uno de los terroristas condenados por asesinar a dos personas en la T-4 de Barajas en 2006, mientras Rodríguez Zapatero negociaba con ETA su paso a la política. Y la segunda, que al paso de la carrera por Pamplona, el alcalde de Bildu apoyado por el PSOE, Joseba Asiron, se sumó al acto. Al mismo en el que se había homenajeado al asesino San Sebastián.
La iniciativa de la Korrika es de la organización AEK y asegura estar diseñada para la promoción del vascuence. Lo cierto es que al paso por Irún se homenajeó al etarra citado, y al paso por Pamplona se hizo lo mismo por parte de los corredores con el también etarra Alberto Viedma Morillas, asesino del concejal de UPN, Tomás Caballero, en 1998. Viedma fue igualmente el asesino del subteniente del Ejército de Tierra, Francisco Casanova, acribillado en Berriozar.