
El Mundo
"El PP abre brecha con el PSOE y Sánchez apenas aguanta a costa de sus aliados". "Los 'populares' no logran arrollar aunque triplican su ventaja en menos de un año y piden convocar generales, mientras la coalición de gobierno sufre un duro voto de castigo con los socialistas en retroceso y Sumar hundido". Pero Sánchez siguen en Moncloa.
Según el editorial "Moncloa echará ahora el resto tratando de instalar la narrativa de una dulce derrota, cuando la realidad es que, frente a la pretendida remontada, el PSOE apenas aguanta gracias al desmoronamiento de sus socios de coalición. España no constituye una excepción en Europa en lo referido a la victoria de las fuerzas de centroderecha y derecha". "En la cuarta economía del euro, el PP logra un triunfo indudable. Pero es inevitable preguntarse si ha logrado cumplir las expectativas y capitalizar suficientemente el voto de rechazo a un Gobierno que se ha mantenido en el poder gracias a una amnistía negociada con un prófugo y que ha emprendido una agresiva campaña contra los jueces y la prensa por la investigación por corrupción a la mujer del presidente".
Jorge Bustos dice que "ahora veremos a Pedro vendiendo su hemorragia de dos millones de votos como una victoria, por más que el PP lo aventaje en cuatro puntos y dos escaños". Dirá que ha ganado él, como siempre. "Pero la extrapolación nacional de estas elecciones europeas pone a Feijóo en La Moncloa, razón por la cual Sánchez no plagiará a Macron, que a su vez trata de hacerse un Sánchez llamando a los franceses a rescatarle tras la debacle del centro en Francia. Un tal Alvise empata en escaños a la vicepresidenta del Gobierno, martirizada además por el soplo en la nuca de su íntima enemiga Irene Montero. Y el separatismo catalán avanza hacia el colapso de la legislatura por la vía de convertir a Salvador Illa en el campeón europeo de los pagadores de fantas". Mira que es friki la peña. Votar al tal Alvise ese.
Federico Jiménez Losantos dice que "el Gobierno puede felicitarse del éxito de su fracaso y decir que es el único socialismo que resiste en la Unión Europea la ola ultraderechista que ha barrido el Viejo Continente. Pero es que el PSOE hace tiempo que dejó de ser un partido europeo y socialdemócrata". De hecho es una secta al servicio de un líder. Sánchez "ha perdido, se ha quedado a cuatro puntos del PP y ha bajado una barbaridad en votos. Ya perdió las generales, pero juntando a todos los antisistema logró una mayoría de investidura, no de legislatura. Esa mayoría de escaños no tenía detrás una mayoría de votos", como siempre, por otra parte.
Lucía Méndez se empeña en que Sánchez ha ganado. Lo de esta mujer es increíble. "Por mucho que sobreactúen y aplaudan en sus sedes, en el Parlamento y en los mítines, el 23-J sigue siendo una foto actual. Todo va a seguir igual. Sánchez en Moncloa y Feijóo en la oposición". Lucía descubriendo América. "A las victorias de Feijóo siempre acaba por faltarles algo. Las derrotas de Sánchez siempre llegan plagadas de emociones triunfales. «Sánchez no puede salir a la calle», dicen los dirigentes del PP. Es posible, pero eso quiere decir sólo lo que dice, y nada más porque cuando hay que convencer a los electores de izquierda de que acudan a las urnas, lo hace con gran eficiencia en el resultado". Se le cae la baba.
"Algo habrá pasado en estos meses. Y lo que ha pasado es que el PP ha basado su estrategia política en señalar obsesivamente a Pedro Sánchez como un gobernante autoritario que es capaz de violentar el Estado de Derecho para comprar su presencia en Moncloa". Pues lo que ha hecho, Lucía. Ya sabes, por 7 votos. "En esta habilidad de Pedro Sánchez para movilizar en torno a él a los potenciales votantes de Sumar y las izquierdas periféricas está la razón de su supervivencia en estas elecciones europeas". Que sí, Lucía, que tu adorado Pedro ha ganado las elecciones, todas, siempre.
Maite Rico también se esperaba más. "Los datos son los que son: el PP ha sacado cuatro puntos y 700.00 votos al PSOE, que no ha ganado una sola elección en las cinco últimas convocatorias, salvo las catalanas, y ha perdido cinco millones de sufragios en dos años. Con todo, Sánchez celebrará su derrota como una victoria. Y es cierto que ante un tipo que hace alarde de la corrupción y ante un partido que ha perdido la brújula moral (las pulseritas Free Bego son la metáfora de la indecencia), cabría esperar un castigo rotundo en las urnas que no se ha producido".
El País
"Las fuerzas ultras sacuden la UE pero los partidos europeístas retienen la mayoría". "El PP gana por dos escaños pero Sánchez resiste". Gana por 700.000 votos, que es un datos a Cué se le escapa. "Los populares amplían a cuatro puntos la diferencia de las generales, pero el PSOE sale vivo y podrá arrancar la legislatura". La legislatura no tenía nada que ver con estas elecciones. "El PSOE demostró una gran resistencia en un momento de extrema debilidad de toda la socialdemocracia europea, lo que convierte a Pedro Sánchez en el líder de una especie de aldea gala progresista española —junto a Portugal, donde ganan los socialistas— en medio de un torbellino conservador que puede hacer caer varios gobiernos europeos". El problema es que Sánchez no es socialdemócrata, es un caudillo de extrema izquierda.
"En la lectura española, Alberto Núñez Feijóo planteó las elecciones europeas como un plebiscito contra Sánchez, como una segunda vuelta de las generales, y no ha rematado ese objetivo, porque el resultado no es demoledor para el presidente como él esperaba. El PSOE finalmente no logró una remontada tan grande como para ganar las elecciones, como aspiraba su líder para asestar un golpe definitivo a Feijóo, pero ha logrado acercarse a su rival en la recta final de campaña y sobre todo ha demostrado que los resultados del 23 de julio del año pasado no fueron un espejismo. Un año después, tras una movilización extraordinaria de la derecha contra la ley de amnistía y después del desgaste que han supuesto sus acuerdos con Junts, la diferencia entre los dos grandes partidos no se ha movido mucho". Feióo ha vuelto a ganar y Sánchez ha vuelto a perder pero hoy seguirá en Moncloa. "En La Moncloa creen que es el endurecimiento del discurso de Feijóo, centrado en la recta final en el ataque a Begoña Gómez, el que está engordando a Vox y ahora a Alvise". Este Cué siempre me hace reír.
Y una novedad. "En las redes sociales, Sánchez felicitó al PP". Parece que el patán va aprendiendo modales. "Desde el punto de vista político, Pedro Sánchez sale absolutamente vivo de la noche de las europeas, la más difícil de todas las que tenía en esta carrera de cuatro elecciones en cinco meses, y con ello puede intentar arrancar al fin una legislatura que no termina de cuajar precisamente por la sucesión de comicios y porque estaba en cuestión la idea de que el PSOE aguantara el embate de la oposición después del desgaste por la amnistía". Cué parece olvidar que el PSOE llevaba semanas vendiendo un empate técnico que no se ha producido. En fin, hablamos de la basurilla esta que se hace llamar periódico.
El editorial también se olvida del empate técnico que buscaba el PSOE. "El Partido Popular ganó las elecciones en España pero no pudo obtener un resultado a la altura del desafío que había plateado a los ciudadanos, el de mostrar masivamente su rechazo a Pedro Sánchez". Feijóo volvió a ganar a Sánchez. Por tercera vez. "Desde mayo del año pasado España se ha sometido a seis procesos electorales. El resultado en todos ellos niega con rotundidad que el país viva la situación política excepcional que la derecha y la ultraderecha proyectan desde que el 23 de julio de 2023 se quedaron cortos de escaños para gobernar". Y Sánchez compró la investidura.
ABC
"El PP gana las europeas y duplica su distancia en votos con el PSOE". Pero a día de hoy, Sánchez sigue en Moncloa. "Los datos son elocuentes y demuestran una pérdida de apoyo del bloque del Gobierno, ya que con estas cifras en la mano la investidura de Pedro Sánchez no podría reeditarse", dice el editorial. "Es cierto que el PP habría ambicionado un triunfo más rotundo y que una diferencia más amplia habría generado una circunstancia inasumible para los socialistas". Les habría dado igual. "El PSOE sufre otra derrota electoral y frustra la sensación de remontada que intentaron imponer durante la última semana. No sólo no hubo victoria que validara las políticas sanchistas, sino que ni siquiera se llegó a acariciar el empate".
En fin, vayamos a la realidad. "Esta victoria ratifica el ciclo ascendente del PP, pero no anula las posibilidades retóricas de un Gobierno de coalición que seguirá agitando el miedo a la ultraderecha y el muro entre españoles como su principal reclamo electoral. Estas elecciones europeas vuelven a expresar el agotamiento de un PSOE que llegó a situar en un empate su horizonte de victoria. Esa falta de expectativa es, probablemente, el hecho que mejor evidencia el estado de ánimo de un bloque cada vez más frágil, pero que seguirá maniobrando para intentar prolongar su supervivencia parlamentaria". Y hoy estamos como ayer.
Según Ignacio Camacho "la derrota de Sánchez ha sido bastante seria". "Aunque a efectos reales no vaya a cambiar nada: Feijóo seguirá en la oposición, Sánchez permanecerá en la Moncloa y su esposa continúa imputada". Es lo que tienen las elecciones europeas, que valen para lo que valen. "Sin garantías de éxito, y la jornada de ayer deja al respecto muchas dudas, no anticipará la llamada a las urnas".
José Peláez no está muy optimista. "Si tras amnistiar a unos golpistas, eliminar el delito de sedición, rebajar el de malversación, enfrentarse a varias posibles tramas de corrupción –algunas de las cuales involucran a su propia esposa–, hacer el ridículo en mítines por media España, entrar en una deriva iliberal, populista y peronista, atacar a la Constitución, declarar la guerra al Poder Judicial y a los medios de comunicación, aislarse internacionalmente rompiendo relaciones con Israel y abrazándose a una Palestina en manos de Hamás, enemistarse con Argentina y con Italia, mantener el paro juvenil en niveles de récord, salir en portadas de la prensa internacional en la que te llaman de todo menos 'genio' logras perder unas elecciones por tan solo dos diputados, es evidente que no te ha ido mal". Es el problema de siempre, la cantidad de descerebrados que hay en este país.
"Si con todo lo anterior el PP no es capaz de canalizar el descontento, ilusionar a la España no sanchista y liderar una alternativa indiscutible y masiva, resulta claro que tienen un problema. O varios". "Y las pequeñas victorias tácticas o las manifestaciones masivas no pueden ocultar el hecho de que hace falta mucho más para ganar a Sánchez". ¿El qué? Esa es la pregunta.
La Razón
"Feijóo derrota otra vez a Sánchez". "La diferencia entre el PP y el PSOE en las últimas generales fue de 1,4 puntos y eso se tradujo en 16 escaños más para la lista de Feijóo. Esa distancia crece ahora hasta los cuatro puntos. Lo que en una extrapolación de resultados permite sostener que la derecha estaría hoy en condiciones de gobernar y que a Feijóo ya no le faltarían los cuatro escaños que le fallaron para conseguir sacar adelante su investidura". El que no se consuela es porque no quiere.
"Son las terceras elecciones sucesivas libradas a nivel nacional que ha perdido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, frente al Partido Popular que lidera Alberto Núñez Feijóo. Podrán los equipos de propaganda de La Moncloa intentar desvirtuar el hecho e, incluso, vender una supuesta remontada, que sólo estaba en su imaginario, como si fuera una victoria, pero la realidad tozuda es que se trata de la tercera derrota del secretario general del PSOE frente a los populares y, además, con la mayor diferencia de la serie", dice el editorial. El problema es que a Sánchez le importa un bledo ganar, le importa gobernar.
El Debate
Bieito Rubido ve inquietante lo que está sucediendo. "Es inquietante, cuando menos, que una parte notable de los españoles sigan votando al sanchismo de manera acrítica. Es decir, aceptan la corrupción, y cuando se admite la putrefacción moral, esa propia sociedad termina convirtiéndose en motor de la depravación política". Un chulo embustero, sin escrúpulos, un indecente embaucador que presume de sus chulerías y la gente le sigue votando. Hay mucho enfermo en España.