
El Mundo
"Los fiscales del 1-O rechazarán la orden "improcedente" y "contraria a Derecho" de aplicar la amnistía a Puigdemont". "Se reúnen con García Ortiz, quien les indica que informen a favor de la ley, pero ellos se niegan y mantienen que la malversación no puede ser borrada". Vaya papelón el de García Ortíz. "En una nueva muestra de servilismo, el fiscal general del Estado pretende imponer a los fiscales del 1-O que se desdigan del dictamen en el que concluyen, sin necesidad de acudir a la UE ni al Constitucional, que la ley es inaplicable al delito de malversación agravada, que es el que puede reactivar la euroorden contra el ex president bajo amenaza de acabar en prisión por más de seis años", dice el editorial.
"El intento de Álvaro García Ortiz es el de un fiscal general desprovisto de toda autoridad moral. A las puertas de su imputación por la filtración de datos reservados de la pareja de Isabel Díaz Ayuso -mañana mismo declara la fiscal que recibió la orden de difundirlos-, García Ortiz fuerza otro grave choque en el seno de una Fiscalía que no le respeta. Urgido por las exigencias de Puigdemont -que después del pacto con ERC para entregar a Junts la presidencia del Parlament se ha hecho con la llave de la gobernabilidad de Cataluña cuando ya tenía la de España-, para Sánchez los jueces y los fiscales autónomos son incómodos obstáculos. Pero en una democracia el poder ejecutivo no lo puede todo: el último dique de contención frente a su arbitrariedad es la Justicia". Veremos. Desde luego se están comportando como héroes ante el caudillo Sánchez.
Para Federico Jiménez Losantos "Junts y ERC volvieron el lunes al golpe de Estado, como ya habían anunciado, y admitieron el voto telemático de Puigdemont y de Puig, contra la sentencia recentísima del Tribunal Constitucional que obliga al voto presencial, salvo embarazo o enfermedad. Y delante de Forcadell, que fue a la cárcel por respaldar las leyes de desconexión de septiembre de 2017, el indultado Rull, acreditando su arrepentimiento, dijo que seguirá el mismo camino y que el papel de Illa será el habitual: mamporrero del separatismo, de la guerra al español y contra los catalanes no separatistas. O sea, un homenaje a la convivencia, prueba del acierto de la política pacificadora de Sánchez". Hala, volvemos a empezar.
Dice Jorge Bustos que "la legislatura huele a hule de charcutero cuando todavía falta la reacción de Puigdemont a la inaplicación de la amnistía en los términos que le tienen prometidos. De momento Llarena avisa: como el prófugo cruce de vuelta los Pirineos le pone las pulseras aunque viaje disfrazado de página del BOE. Si al inquilino de Waterloo le toca deshacer las maletas y renovar a la fuerza el contrato de alquiler, su airado concurso en una moción de censura contra el autor de la estafa podría precipitarse mucho antes del turrón". Soñar es gratis, Bustos.
Pero Jorge lo tiene clarísimo. El golfo de la Moncloa sólo tiene dos opciones. "La primera es ejecutar una purga estival, de esas que luego van cantando los rapsodas ciegos por las casas del pueblo, y adornar Doñana con las cabezas cortadas de Marichús Montero, Juan Lobato o Santos Cerdán. La segunda es invadir Andorra, que tampoco se va a defender, y luego pretextar que los youtubers empadronados allí eran todos votantes de Alvise. Fuera de esto no se me ocurre forma de prolongar el grato espectáculo de la agonía sanchista" Ay, Bustos, que luego nos llevamos los disgustos que nos llevamos.
Ah, y Yolanda Díaz se hace un Sánchez. ""No me voy, me quedo": Yolanda Díaz mantiene el liderazgo político en Sumar". Pues nada chata, hasta el próximo batacazo, pero te vas a quedar más sola que la una.
El País
"El Supremo complica la vuelta de Puigdemont a una investidura". "El juez Pablo Llarena decidirá a partir de la semana que viene si mantiene la orden de detención, lo que expondría al ‘expresident’ a ser detenido si regresa a Cataluña". Cachis, estos jueces, a ver si le van a torcer las cosas al puto amo con esa manía de aplicar la ley .
"Sánchez y Díaz blindan la coalición frente a la crisis de Sumar y retoman la iniciativa con Cataluña en el aire", anima el siervo Carlos Cué. "El presidente volverá al Congreso y después irá a TVE para asegurar que agotará la legislatura". ¿Otra vez? ¿Nos los cuenta a los demás o se lo repite a él mismo? En realidad va TVE a que la Intxaurrondo le haga unos mimitos, necesita unas caricias que lleva una semana muy mala.
Al margen, dale molinos con la ultraderecha, que a los ultras de esta basurilla sanchista le interesa mantenerlo vivo. "La UE ante la ultraderecha: manual de supervivencia". Y es que el caudillo Sánchez tiene un problemón. La ultraderecha ha retrocedido y se le puede acabar el rollo de la ultraderecha internacional, la derecha y la ultraderecha en España y todas esas heces que hace tragar a sus súbditos descerebrados que siguen votándole. Ahora, el panfleto ultra sanchista está muy entretenido asustando con ese tal Alvise. Que si es un peligro para toda la democracia, terremoto político y mucho aspaviento.
ABC
"Puigdemont quiere quemar a Illa en una investidura para presionar a Sánchez". "Junts advierte al PSOE: si el fugado consigue el apoyo de ERC, serán los socialistas los que bloqueen la legislatura". "La Justicia reacciona a la amnistía y mantiene prófugo a Puigdemont". ABC atiza a Vox por dedicarse a insultar al Rey por firmar la amnistía. "El artículo 91 de nuestra norma fundamental establece con perfecta claridad la obligación que tiene Felipe VI de sancionar, promulgar y hacer publicar esta o cualquier otra ley. Santiago Abascal no sólo no ha enmendado las palabras de Millán, sino que ha persistido en una posición que entraña una gran temeridad y que en nada favorece el normal funcionamiento de las instituciones que dicen defender. El Estado de derecho debe defenderse a través de los mecanismos previstos e introducir ruido con respecto al papel de la Corona es una negligencia injustificable". A Vox, y a Abascal no te cuento, les trae sin cuidado la Constitución, España, la ley y todo lo que no sea esparcir basura por las redes. Pero ahí los tienes, con un montón de seguidores empeñados en mantener a Sánchez en el gobierno de por vida.
La derecha está decaída. Luis Herrero trata "de entender la capacidad de resistencia de un hombre –hablo de Sánchez, naturalmente– que parece haber convertido su permanencia en el poder en el único punto de su programa político. Mi teoría, explicada sin muchos matices, es que sigue teniendo el apoyo que tiene, que no es poco según demuestran los resultados de las elecciones europeas, porque no acaba de configurarse una mayoría social que perciba la existencia de una alternativa menos mala". "El PP ha ganado menos votos de los que ha enterrado el PSOE en el magma de la abstención, pero sólo un iluso le negaría a Sánchez la capacidad de revertir la desmovilización de los suyos en unas elecciones generales. Pincho de tortilla y caña a que ya ha empezado a pensar en cómo conseguirlo". Es fácil. Cuenta con el apoyo de Vox.
La Razón
"Puigdemont pincha la fe en Sánchez de sus ministros". "El Gabinete vive en un «estado de ansiedad» permanente por el futuro. La crisis con Sumar deja al presidente sin el control de la coalición". Pues hoy se le veía tan pichi." Tomás Gómez trata de animar un poco a Herrero. Llamaba la atención la actitud de Sánchez cuando era ovacionado por incondicionales de la ejecutiva federal, tras la enésima derrota. Parecería que Sánchez ha ganado, pero la realidad es que lo pierde todo". Tal vez esa depresión viene que la gente pensaba que algo cambiaría tras las europeas. "El PSOE pierde miles de votos que va compensando a fuerza de adelgazar a su socio de coalición, en una crisis irrecuperable. Sus otros socios, los independentistas, saben que poco más pueden saquear de un Ejecutivo inestable, tardarán poco en dejarlo caer. Pero Sánchez sigue cantando victoria". Llevamos años esperando a que llegue ese momento.
En Vozpopuli es Miquel Giménez quien anima a Herrero y otros deprimidos. "Sánchez vive todo el día encerrado en su propia autopercepción sin darse cuenta de se ha quedado a la intemperie. Sánchez está a siete minutos como siete votos de dejar de ser presidente". Y aquí lo dejo porque lo que sigue es aún más deprimente que Herrero.