
Prudencia y seguridad. El prófugo Carles Puigdemont ha decidido dejar de provocar a las autoridades judiciales y policiales. A tal efecto, ha cancelado su presencia en la "Universitat Catalana d'Estiu", unas charlas organizadas por partidos y entidades independentistas en la localidad francesa de Prades, en la "Catalunya Nord" según la terminología separatista. Tras alardear en los últimos días de su última fuga y publicar un artículo en la revista internacional "Político" con algunos detalles de la operación para burlar a unos Mossos d'Esquadra con los mandos a favor de obra, al expresidente catalán le ha entrado un arrebato de prudencia.
La posibilidad de que el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena active de nuevo la orden europea de detención ha llevado a Puigdemont y su equipo de asesores, encabezado por el polémico letrado Gonzalo Boye (condenado por el secuestro de Emiliano Revilla a catorce años de cárcel de los que solo cumplió seis e imputado por blanqueo de capitales de otro de sus clientes, el narco Sito Miñanco), a cancelar la visita a la "Universitat".
La intención de Puigdemont era presentar el libro de Damià del Clot, Colpisme, (Golpismo) del que ha escrito el prólogo. En la intervención en vídeo el expresidente de la Generalidad ha explicado que Cataluña ha sufrido un supuesto "golpe de Estado híbrido" encauzado a través del Poder Judicial.

