Los 650 soldados españoles desplegados en el Líbano en la Operación Hidalgo, en el marco de una misión de paz de la ONU, han pasado parte de la noche refugiados en los búnkeres de la base militar en el inicio de la ofensiva terrestre del Ejército israelí contra objetivos de Hezbolá en la denominada línea azul, frontera entre ambos países.
El grueso del contingente español se encuentra en la base Miguel de Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún, donde está el Cuartel General del sector Este, liderado por España. Esta base, en la que se encuentran la mayoría de los 650 efectivos españoles que permanecen en estos momentos en Líbano, es una de las más avanzadas de la zona en materia de seguridad y comodidad para los soldados, que se encuentran bien según las informaciones que ha ofrecido el Ministerio de Defensa.
Situación de extrema gravedad
La situación en Líbano, según ha señalado el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, es de "extrema gravedad". En este sentido, Albares ha destacado la importancia de que el conflicto rebase la línea azul, lo que le "otorga una dimensión regional" mediante la "extensión de la guerra a un Estado soberano como es Líbano".
Antes de que Israel anunciara su ofensiva terrestre, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha señalado este lunes que los militares españoles estaban en "máxima alerta" y cumpliendo las "medidas de seguridad y de prevención", a la espera de ver cómo evolucionaba la situación en el país. Este escenario de guerra de Israel con Líbano ya se planteaba en el Ministerio de Defensa, ya que los soldados españoles ya advertían que la situación era altamente inestable desde hace meses.
Hezbolá abrió un nuevo frente en la línea azul
En concreto, el general jefe de la Brigada Aragón I, Guillermo García del Barrio, trasladó a la titular de la cartera de Defensa a comienzos del mes de julio que la situación seguía siendo "muy inestable e impredecible", al tiempo que resaltaba los protocolos de seguridad a seguir en la base Miguel de Cervantes en el caso de una escalada de tensión. En estos protocolos ya se planteaba la opción de pasar la noche en búnkeres, como al final ha sido necesario.
El mismo general advertía que el conflicto en Gaza había afectado también a la zona norte de Israel, donde se encuentra la frontera con Líbano. Asimismo, aseguraba que el "movimiento pro-íraní Hezbolá" había abierto un nuevo frente para el país presidido por Benjamín Netanyahu. En aquel entonces, García del Barrio informaba de que su contingente contabilizaba alrededor de "40 incidentes diarios" en su zona, referidos "principalmente" a "lanzamientos de cohetes y ataques con drones por parte de Hezbolá en poblaciones civiles y posiciones de defensa".
Ante estos ataques continuados, Israel ha comenzado esta madrugada la invasión terrestre en Líbano, aunque el ejército ha afirmado que se centra "en aldeas cercanas a la frontera". Por su parte, los terroristas de Hezbolá ha reivindicado sus primeros ataques.
Operación Hidalgo
La operación de la ONU en la que se encuentran destinados los militares españoles estaba destinada a confirmar la retirada israelí de Líbano, restablecer la paz y la seguridad en la zona ayudando al Gobierno libanés a restaurar su autoridad efectiva en la zona. Algo que ha resultado complicado por la acción de grupos terroristas como Hezbolá y las constantes escaladas de tensión vividas en Oriente Medio desde los años 70, cuando se inició la misión –aunque el contingente español se unió en 2006—.