
El 5 de julio de 2023, la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) comunicaba que había firmado un convenio de innovación tecnológica con la empresa Barrabés, dedicada a la consultoría estratégica, innovación, formación y transformación digital. Según el comunicado, este acuerdo tenía como objetivo contribuir al reto científico que la sociedad exige. Sin embargo, este convenio ha generado una fuerte polémica debido a que se diseñó con un presupuesto de 4 millones de euros, en unas condiciones que permitían a Barrabés obtener el negocio con una facilidad asombrosa. Los requisitos técnicos para este proyecto se basaban en una plataforma electrónica que la misma empresa había desarrollado.
En ese momento, la secretaria general de la Universidad era Pilar Trinidad, quien más tarde fue nombrada subdelegada del Gobierno en Madrid, justo al finalizar 2023. Trinidad, además de su cargo como secretaria general, había sido vicerrectora de Relaciones Internacionales y ocupó otros puestos clave en la universidad. Su influencia y competencias en la URJC eran significativas, pues, según los Estatutos de la Universidad, las funciones de la Secretaría General incluían la custodia de los convenios de colaboración, la supervisión de los acuerdos y la coordinación de procesos electorales, entre otras.
El control de Pilar Trinidad en la gestión
Este convenio, formalmente un Protocolo General de Actuación (PGA), establecía una cooperación científica y tecnológica entre la URJC y Barrabés para los próximos tres años. Las acciones conjuntas incluían trabajos de carácter científico-técnico, programas de formación, intercambio de personal investigador y la organización de eventos como seminarios y ciclos. Además, se buscaba ofrecer a los alumnos de la URJC la posibilidad de realizar prácticas en la empresa Barrabés.
Pilar Trinidad, en ese entonces, estaba en un apogeo de poder dentro de la Universidad Rey Juan Carlos. Era profesora titular de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, y ocupó varios cargos importantes en la institución. Entre ellos, su puesto como vicerrectora de Relaciones Internacionales hasta abril de 2021. Su trayectoria en la universidad y su posterior nombramiento como subdelegada del Gobierno subrayan la conexión entre su gestión en la URJC y el acuerdo firmado con Barrabés.

