
Aliança Catalana, el partido separatista de extrema derecha de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, triplicaría sus resultados en caso de que se celebraran ahora las elecciones autonómicas. La formación ultra fue una de las sorpresas de las elecciones celebradas el pasado 12 de mayo al conseguir entrar en la cámara autonómica con dos diputados y en estos primeros meses habría logrado una mancha electoral muy superior. Según la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalidad, el llamado CIS catalán, pasaría de esos dos escaños a una horquilla de 6/7, superando a la CUP e igualando a los Comunes, la versión catalana de Sumar.
El CIS catalán otorga la victoria en una hipotética repetición de las elecciones al PSC de Salvador Illa, con una horquilla de entre 39 y 42 escaños. El pasado mayo obtuvo 42, por lo que el partido del Govern podría retroceder en apoyo electoral a pesar de que gobierna prácticamente sin oposición. Sin embargo, el segundo en liza, Junts, la formación que preside el prófugo Carles Puigdemont, pasa de los 35 escaños que logró en mayo a una horquilla de entre 30 y 32.
En tercer lugar se sitúa ERC, que logró 20 escaños y que obtendría ahora entre 20 y 21 escaños. El PP sería la cuarta fuerza, igual que en los pasados comicios, en los que obtuvo 15 diputados. En la proyección demoscópica tendría 15 o 16. Vox, por su parte, podría perder uno de sus once diputados según el CEO. Los Comunes, que cuenta con 6 diputados, podrían subir uno más. La CUP también ve incrementado su apoyo. Sacó 4 escaños y ahora podría obtener entre 5 y 6.
Los datos muestran un notable avance de Aliança Catalana, formación surgida en la misma localidad en la que nacieron y residían la mayoría de los componentes de la célula terrorista islamista que perpetró los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017. La alcaldesa de esa localidad y cabeza de cartel de la formación ultra se consolida como alternativa al partido de Puigdemont con un discurso contrario a la inmigración magrebí y a las ayudas sociales a los inmigrantes y que aboga por su expulsión en caso de reincidencia delictiva.
La irrupción en la escena electoral catalana de esa formación ha tensado las costuras del partido de Puigdemont, que insiste en reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez la cesión de las competencias de inmigración entre otras cosas para cumplir parte del programa de Aliança Catalana con medidas como la expulsión de los inmigrantes reincidentes.
Proyección de las elecciones generales
En cuanto a unas hipotéticas elecciones generales, el PSC seguiría como primera fuerza, con entre 18 y 21 escaños. En la actualidad tiene 19. El partido de Puigdemont se mueve en una horquilla de entre 5 y 8 escaños frente a los siete actuales. ERC, que también dispone de 7 escaños en el Congreso de los Diputados, se movería entre los 5 y los 7 escaños. El cuarto en discordia sería el PP, que aporta 6 escaños al grupo de Feijóo y que en una repetición electoral se movería entre los 5 y los 8 diputados. Sumar experimenta un ligero retroceso. Dispone en la actualidad de 7 diputados elegidos en Cataluña y pasaría a tener entre 4 y 6. Vox, con dos escaños, podría doblar resultados hasta obtener 4 diputados por las provincias catalanas mientras que la CUP se mueve en una horquilla de entre cero y dos diputados. En las pasadas generales quedó fuera del Congreso.
Valoración de los políticos
En cuanto a la valoración de los dirigentes catalanes, el actual presidente de la Generalidad, Salvador Illa, es el mejor valorado con una puntuación de 4,9 puntos. Puigdemont obtiene un 3,5, sólo dos décimas por encima de Sílvia Orriols. Cierran la tabla Alejandro Fernández, del PP, con una nota de 2,7, y el líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, con un 1,9.
Respecto a los políticos de ámbito nacional, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es el más conocido por el electorado catalán, con un 99%. Le sigue Santiago Abascal, con el 93%. Yolanda Díaz es conocida por el 92% y Alberto Núñez Feijóo por el 91%. En cuanto a la valoración, Sánchez obtiene un 4,4; Yolanda Díaz, un 4,1; Feijóo, un 2,3 y Abascal, un 1,5.

