El funeral del papa Francisco va a reunir a más de 170 líderes mundiales entre jefes de Estado, de gobierno, casas reales y mandatarios, en una concentración sin precedentes hasta la fecha, quizás equiparable al funeral de la reina Isabel II de Inglaterra, que al igual que Francisco era jefa de Estado y líder de la iglesia anglicana o el funeral de San Juan Pablo II. Ante las asistencias confirmadas, las ausencias llaman la atención, entre ellas la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El pasado lunes el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, anunció que España estaría representada en el funeral "al más alto nivel". Incluso en la comparecencia del martes 22 de abril, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Sánchez trasladó unas palabras de afecto para el papa Francisco: "Siempre supe que estaba ante un amigo de España y un referente moral y espiritual para millones de personas. Un líder que abogó por la lucha contra la pobreza, por una mirada humanista del fenómeno de la migración, por la mitigación y la adaptación al cambio climático o contra la intolerancia cuando más falta hacía", destacó.
Finalmente la tarde del 22, Zarzuela confirmó que Don Felipe y Doña Letizia presidirían la delegación española, junto a la reina Sofía, las vicepresidentas Montero y Díaz, el ministro Bolaños, el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo, y la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celáa.
La ausencia de Sánchez se suma a la de Vladímir Putin, el presidente de China, Xi Jinping, que no mantiene vínculos diplomáticos con el Vaticano desde 1951; ni el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu ni la presidenta de México Claudia Sheinbaum, quién envía a su secretaria de Gobernación.
¿Cuál es el motivo de su ausencia?
Aunque Moncloa ha alegado "razones personales" la ausencia de Sánchez se podría deber a varios motivos, entre ellos el de no querer coincidir con el jefe del Estado en un acto. En menos de 72 horas, Sánchez ha evitado coincidir con Felipe VI en la entrega del Premio Cervantes, donde ha alegado problemas de agenda y a la que sólo ha acudido en dos ocasiones, la última en 2024, donde recibió abucheos.
Mientras el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado la ausencia de Sánchez como una "descortesía muy difícil de explicar", la vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha justificado la ausencia del presidente asegurando que "esto es lo normal, porque es el jefe del Estado el que acude, en este caso, acompañado de una parte del Gobierno, igual que hacemos en muchos viajes institucionales". Lo que desconoce Díaz es que hay varios países con monarquía parlamentaria que sí cumplen con el protocolo como Bélgica, donde acudirán los reyes Felipe y Matilde acompañados de su primer ministro, o Reino Unido, donde Carlos III ha delegado la representación en su hijo Guillermo, príncipe de Gales que también irá acompañado del primer ministro Keir Starmer.
Desde que es presidente del gobierno, Pedro Sánchez no ha asistido a ninguna misa ni tampoco a ningún funeral relevante, aunque no ha dudado en acudir al Vaticano en actos menos importantes que un funeral de Estado.
Cabe recordar que las relaciones diplomáticas entre España y la Santa Sede son de las más antiguas del mundo. Se remontan al siglo XV, concretamente al año 1480, cuando los Reyes Católicos establecieron un embajador permanente ante la Santa Sede. Este hecho convirtió a España en uno de los primeros países en tener representación diplomática permanente ante el Papado.
Los servicios de protocolo de la Santa Sede barajan siempre dos opciones a la hora de ubicar a los asistentes: la primera, siguiendo el orden alfabético en francés (lengua oficial de la diplomacia vaticana) y la segunda, tomando como referencia la fecha del establecimiento de las relaciones diplomáticas de cada país con la Santa Sede. Tanto si se elige la primera o segunda opción, los únicos que estarán en primera fila, a la izquierda del altar, serán Don Felipe, Doña Letizia y Doña Sofía por su condición de reyes católicos. Tres filas por detrás se situará el resto de la delegación española. Quizás este sea otro de los motivos de la ausencia de Sánchez, el de no poder ocupar un lugar más relevante.
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