
Los mismos líderes empresariales que arremetían contra el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, por las regulaciones en materia de vivienda pactadas entre socialistas, comunes y republicanos aplauden con entusiasmo el proyecto de la Generalidad y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) para ampliar el Aeropuerto de El Prat, oficialmente denominado Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
Y los mismos dirigentes de ERC y los Comuns que han facilitado hasta tres ampliaciones de crédito para que Salvador Illa pueda gobernar sin presupuestos amenazan ahora con hacerle la legislatura imposible por el anuncio de la ampliación, a pesar de la supuesta contención del impacto ecológico y las compensaciones de terreno para mantener el llamado parque agrario y la protección ambiental del entorno del delta del Llobregat.
La guerra será larga. De entrada, el proceso burocrático (estudios medioambientales, evaluación europea, definición del proyecto, concurso, adjudicación...) durará al menos cuatro años y eso sin contar con las zancadillas, recursos y operaciones que los Comuns han prometido que llevarán a cabo en instancias europeas para tumbar un proyecto que ya lograron fulminar en 2021, cuando la presión de Ada Colau, entonces alcaldesa de Barcelona, la oposición del Ayuntamiento de El Prat, las manifestaciones de entidades sociales y ecológicas y las discrepancias entre ERC y Junts (que entonces compartían el gobierno de la Generalidad) se alinearon para guardar el plan en un cajón.
Ahora la situación política es más propicia a la ampliación en tanto que las tres administraciones implicadas están dirigidas por los socialistas. Además, Illa ha asegurado este miércoles que el proyecto cumple con los criterios acordados con ERC en el pacto de su investidura y en relación a los Comuns, ha desvelado que no se habló del tema en la negociación sobre su nombramiento.
La número dos de Oriol Junqueras, Elisenda Alamany, ha lanzado un aviso a los socialistas. De entrada exige a Illa que exija el traspaso del aeropuerto a la Generalidad. Sólo en ese caso se avendría el partido republicano a dar el visto bueno a una ampliación que dejara intactas las lagunas afectadas por el alargamiento de quinientos metros de la tercera pista. Si Illa sigue adelante sin pedir el traspaso, ERC podría dificultar la legislatura. Junqueras, por su parte, ha reprochado al Gobierno de Pedro Sánchez que AENA supuestamente prioriza el Aeropuerto de Barajas y las inversiones en esa instalación en menoscabo de El Prat y Cataluña. Sin embargo, el Estado se dispone a acometer una inversión de 3.200 millones, en principio, para mejorar el aeropuerto barcelonés.
El cupo catalán
Sin embargo, las relaciones entre ERC e Illa se pueden complicar todavía más porque este mes de junio acaba el plazo para que los socialistas presenten a los republicanos el proyecto de "financiación singular" de Cataluña, más conocido como concierto o cupo catalán por su similitud a los regímenes fiscales vasco y navarro. En el PSC se trabaja a contra reloj para cuajar un proyecto pero no sucede lo mismo en los ministerios del Gobierno implicados en el proyecto.



