
Como viene siendo habitual, el discurso de Navidad del Rey ha suscitado feroces críticas entre izquierda y nacionalistas. Mientras el PP elogió desde el primer minuto el discurso, y el PSOE ha dicho estar comprometido con las propuestas del Rey en una respuesta que tardó en llegar, habituales como Gabriel Rufián o Irene Montero atacaron de inmediato al monarca. También hubo críticas de Junts, PNV o la CUP.
El nacionalismo catalán cargó contra el discurso en la ofrenda floral a Francesc Macià. Jordi Turull tachó de "extremista" al monarca mientras Oriol Junqueras llegó a decir que hace "apología de la violencia". Palabras similares le dedicó el diputado de la CUP en el Parlamento catalán Dani Cornellà, que reprochó a Felipe VI "violencia borbónica" hacia Cataluña. "Continuamos denunciando esta falsa Transición en la que una familia borbónica enemiga de Cataluña fue heredera del franquismo, del régimen, y que continúa vivo de su mano, como hemos visto en los últimos años, en el discurso del 3 de octubre" de 2017, ha afirmado.
Mientras, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, se descolgó en Twitter con la publicación de una imagen de Lenin celebrando la revolución que supuso, además de décadas de terror en Rusia, la ejecución de los zares. "Tú: 'Este año en la cena nada de comentar el discurso del rey'. Tú 10' después", dice el nacionalista al publicar el cuadro "Lenin proclama el poder soviético en el Instituto Smolny".
Tú: 'Este año en la cena nada de comentar el discurso del rey'.
Tú 10' después: pic.twitter.com/OTk248Ruuy
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) December 24, 2025
Podemos: "Ideas rancias" y Franco
Desde Podemos, Ione Belarra cargó contra el monarca, de quien dijo que "se sube a la ola del discurso antipolítico en una intervención plagada de lugares comunes. El nieto político de Franco se resiste a mencionar la dictadura y habla de ella como si fuera un fenómeno meteorológico. La desmemoria es el principal motor de la ultraderecha hoy". Similares palabras le dedicó su compañera Irene Montero: "El Rey juega para la derecha y defiende ideas rancias que ya no funcionan como la "transición modélica" o el discurso "Campofrío" de la polarización. La monarquía es parte del problema porque su supervivencia depende de que todo siga igual de corrupto, de machista, de mal".
El rey se sube a la ola del discurso antipolítico en una intervención plagada de lugares comunes. El nieto político de Franco se resiste a mencionar la dictadura y habla de ella como si fuera un fenómeno meteorológico. La desmemoria es el principal motor de la ultraderecha hoy.
— Ione Belarra (@ionebelarra) December 24, 2025
El Rey juega para la derecha y defiende ideas rancias que ya no funcionan como la "transición modélica" o el discurso "Campofrío" de la polarización
La monarquía es parte del problema porque su supervivencia depende de que todo siga igual de corrupto, de machista, de mal
— Irene Montero (@IreneMontero) December 24, 2025
En Sumar tampoco gustó el discurso. Verónica Martínez Barbero, portavoz en el Congreso, ha señalado que "una vez más hemos vivido un discurso decepcionante del rey. Frente a la desigualdad, la precariedad y la crisis de la vivienda, no vale con exaltar el pasado. La democracia se defiende garantizando derechos aquí y ahora".
Por su parte, la portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, criticó que el Rey Felipe VI en su mensaje navideño no hiciera "ningún reconocimiento a la nación vasca ni a la nación catalana", una de las "ausencias que viene siendo habitual". "Sobre todo, sí hubiéramos deseado que se hubiera dicho algo de esos ataques que ha tenido el euskera este año, que han sido unos ataques muy graves", afirmó.
"Sí dijo, por un lado, que han pasado 50 años desde que murió Franco. Tenemos que recordar que Franco murió en la cama después de nombrar a Juan Carlos I jefe de Estado y que durante estos 50 años hay todavía claroscuros y muchos oscuros que faltan por conocer", manifestó, señalando que el PNV ha pedido en numerosas ocasiones que se desclasifiquen todos los documentos para conocer "la verdad y que haya una nueva Ley de Secretos Oficiales, porque ésta impide", a su juicio, "conocer los hechos de aquel final de dictadura y también de la transición", así como el 23-F
