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La distancia entre Aznar y Rajoy

El homenaje a Suárez propicia el encuentro entre los expresidentes. En el PP comentan la distancia entre Aznar y Rajoy.

Cada uno estuvo en su sitio, como manda el protocolo, pero sin dedicarse gestos de proximidad. Al menos no los captaron las cámaras, lo que sirvió para alimentar la ya extendida teoría de que la distancia entre Mariano RajoyJosé María Aznar es prácticamente total.

La capilla ardiente de Adolfo Suárez, instalada en la sede de la soberanía nacional, sirvió de reencuentro. Pero, desde que abrieron las puertas del Congreso, cada uno se situó en el lugar que se le había asignado y no se cruzaron palabra. Aznar, entre Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y Rajoy, enfrente, con su mujer, Elvira Fernández, y otros representantes del Estado.

Un día antes, en el hospital donde falleció el primer presidente de la democracia, evitaron coincidir. Aznar y su cónyuge, Ana Botella, se adelantaron y fueron las primeras autoridades en dar el pésame a la familia. En ese momento, el séquito de Rajoy ya había salido de la Moncloa -donde realizó una declaración institucional- pero su coche no hizo entrada en el centro hasta que el ex jefe del Ejecutivo no se marchó. Entre los periodistas apostados circuló la idea de que Aznar le había "obligado" a esperar.

La fricción entre ambos se convirtió en titular cuando ni Rajoy ni ningún miembro de su gabinete en el Gobierno y el PP acudió a la presentación del segundo libro de las memorias de Aznar. Él dijo entonces tomar "nota" por el plante, una vez ya había reconocido que apenas mantiene contacto con quién fue su delfín político.

El presidente de honor del partido se la devolvió a Rajoy ausentándose en la convención nacional. Fue un auténtico mazazo cuando el PP andaba muy revuelto por la decisión de Jaime Mayor Oreja de apearse y no optar a repetir con candidato a las europeas. Los medios hablaron entonces de ruptura entre el PP de Aznar y del Rajoy y la ausencia no hizo sino fortalecer esta tesis.

El último altercado llegó a consecuencia del malentendido por el cual nadie de la Moncloa invitó a Aznar al funeral de homenaje a las víctimas del 11-M en el décimo aniversario. Jorge Fernández Díaz, el ministro del Interior, no dudó en echar más leña al fuego al asegurar que si hubiera querido asistir no habría habido ningún problema.

Los tres expresidentes

En todo caso, el saludo entre Rajoy y Aznar sí se produjo como con el resto de los expresidentes. De igual forma, los medios gráficos pudieron captar el apretón de manos entre Aznar, González y Zapatero, que conversaron distendidos en los momentos de espera.

El runrún del distanciamiento entre Rajoy y Aznar es una constante en las filas del PP. En un acto reciente del diario La Razón se pudo observar como el apretón de manos de Rajoy con su antecesor era mucho más frío que con Zapatero. "Existen una distancia muy grande porque Aznar cree que se pueden hacer las cosas de otra manera", opinaba un diputado popular. Otro restaba importancia a que no conversaran este lunes en el Congreso: "Todo estaba muy medido. Hubo saludo, como con el resto. Otra cosa es lo que haya detrás. Pero hoy lo he visto normal".

El fallecimiento de Suárez reunió a toda la familia del PP casi sin excepciones. María Dolores de Cospedal llegó a la Cámara Baja con los tres vicesecretarios y los presidentes autonómicos de este signo político fueron acudiendo a lo largo de todo el día. En el salón de Pasos Perdidos se vivieron momentos de gran emoción y hubo dirigentes del partido que no lograron evitar el llanto. Fue el caso de Gádor Ongil, mano derecha de Esperanza Aguirre, que fue secretaria del expresidente durante muchos años. Mientras, no poco cargos, con los ojos enrojecidos, tiraban de recuerdos: "El PP de Ávila es Adolfo, todos le conocíamos y le respetábamos. Hoy es un día triste para España".

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