Hasta la fecha, el PNV no había dado excesivos problemas al Ejecutivo. Más al contrario, los encuentros entre Mariano Rajoy e Iñigo Urkullu siempre han ido razonablemente bien mientras que en los gabinetes existe una interlocución fluida y cierta sintonía. Una armonía que sufrió un serio revés el jueves, cuando el Parlamento vasco proclamó su "derecho a la autodeterminación" con los votos de esta formación, a los que sumar los de Bildu, partido heredero de Batasuna.
En la Moncloa esperan que Urkullu no vaya a más. El líder vasco sabe, según la tesis gubernamental, que puede ganar más manteniéndose en el marco de las reglas de juego. Si bien, al término del Consejo de Ministros, Soraya Sáenz de Santamaría utilizó la situación en Cataluña para avisar al Gobierno vasco de cuál no es el camino: "es el momento de construir juntos", resumió.
Así, la número dos de Rajoy reclamó a Urkullu que "analice lo ocurrido en otros territorios", en relación a la citada comunidad. Allí, "los debates que se generan están provocando división y problemas a la ciudadanía" pese a que el Gobierno ya ha dejado claro que no dará su brazo a torcer en el cumplimiento de la Constitución y las leyes. Algo, por cierto, que reiteró de nuevo este viernes. Por todo ello, la vicepresidenta instó a "estar centrados" en "sumar", y así lo quiso “transmitir” al Ejecutivo vasco.
Sus palabras llegan después de que desde el Partido Popular vasco le imploraran "implicación" ante el desafío. En esRadio, Borja Sémper -que es el portavoz en la Cámara de Vitoria- aseguró que el recorrido está "perfectamente trazado" y "tiene largo alcance y llamó a las fuerzas nacionalistas a ser "contundentes y aprender del pasado". Es "un traje para vestir el nuevo estatuto político" y "el Gobierno tiene que implicarse" porque en caso contrario “los demás estamos jodidos", resumió el político vasco.
Por su parte, Cataluña volvió a centrar la comparecencia de la vicepresidenta y ésta insistió en que Mas "sabe perfectamente la posición del Gobierno" y le reclamó que "no siembre dudas un día sí y otro no sobre el cumplimiento de la legalidad". "Fuera de la Constitución no nos va a encontrar nadie", zanjó Sáenz de Santamaría, que ante la petición de una reforma de la Carta Magna por parte del presidente autonómico volvió a recordar que, a fecha de hoy, no existe consenso. "No hay un principio de acuerdo. Seriedad", le exigió.