Ni una sola de las encuestas ha predicho el resultado que han arrojado las elecciones de este 26j. De confirmarse el resultado con el 97,9% del voto escrutado, la política de pactos cambia de forma muy notable, respecto a los resultados del 20D y las proyecciones de las encuestas. En este momento, los resultados abren la puerta a una posible formación de gobierno, aunque estaría sujeta a una difícil negociación.
Entre los grandes partidos PP y Ciudadanos sumarían 169 escaños frente a los 156 que suman PSOE y Podemos, muy lejos de la mayoría absoluta.
Siempre en el terreno de las hipótesis, con estos resultados, el bloque PP y Ciudadanos podría lograr pactos de investidura con PNV (5) y Coalición Canaria (1). Precisamente, el PP ya llegó a acuerdos con el PNV y con Coalición Canaria en el pasado para lograr la investidura en el primer gobierno de Aznar. Así, PP, Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria suman 175 escaños.
En frente, el bloque de izquierdas que podrían formar PSOE y Podemos suman 156 diputados, muy lejos de la mayoría absoluta. No obstante también podría alcanzar los 175 escaños si se suma los escaños de Esquerra Republicana (9), Convergencia (8) y EH Bildu (2).
En una sesión de investidura, la suma de votos a favor y votos en contra sigue arrojando un escenario incierto dado el empate de estos bloques, pero se abren posibilidades. En una segunda sesión de investidura, donde entran en juego las abstenciones (gana la investidura quien logre más votos a favor que votos en contra) Mariano Rajoy no lograría la investidura, salvo que lograra la abstención de al menos un escaño, por ejemplo, de un diputado convergente, o el diputado Pedro Quevedo, de Nueva Canarias que ocupa un sillón en el Congreso por el PSOE pero que siempre es recibido por separado por el Rey en la ronda de contactos por pertenecer a un partido distinto. Un diputado que estos días estará en la cabeza de muchos analistas y, seguramente, en la de los estrategas del PP. En ese caso, habría gobierno (175 a favor, 174 en contra y una abstención).
Precisamente, hace solo tres días, Quevedo decía que "Canarias necesita una voz propia en Madrid para no ser olvidada". La voz de Quevedo no sólo es propia en estos momentos, sino que puede ser muy disputada.