Mariano Rajoy no se comprometió ante Pedro Sánchez a reformar sí o sí la Constitución. Según su versión de los hechos, lo que hizo fue apoyar la creación de una comisión en el Congreso, que ya está en marcha, para "hablar" sobre las posibles modificaciones. Unos cambios que "no pueden ser un premio para aquellos que han pretendido" la ruptura de España, según dijo en una entrevista en Telecinco, en la que hizo un balance positivo del primer mes de aplicación del artículo 155.
La aclaración del presidente es importante ya que rebaja las expectativas sobre la pregonada reforma de la Carta Magna, aunque se comprometió a ser "constructivo". "No estaba entre mis prioridades" pero "no me niego a hablar si esto sirve para solucionar problemas", afirmó. Y, según quiso precisar, fue a eso a lo que se comprometió a fin de lograr el respaldo de Sánchez para frenar el golpe separatista. "Me dijo que se abriera una comisión y yo le dije que estaba de acuerdo", resumió Rajoy.
"Siempre cumplo con mis compromisos. Nosotros estamos ahí, atentos a los planteamientos que nos puedan hacer todos", contestó ya por la mañana, en el desayuno informativo de Alfonso Alonso, ante las quejas de su interlocutor socialista.
Si bien, en su opinión, hasta la fecha solo hay "palabras vanas" -así se pronunció hace pocos días- por lo que esperará a que los trabajos de la comisión avancen para decidir si el PP sigue adelante o echa el freno. Y su equipo más próximo no se cansa de advertir de que, a día de hoy, no hay consenso alguno sobre el objetivo de la reforma. Rajoy "no" apoyará una nueva Constitución que vaya en contra de la soberanía nacional.
Cataluña ocupó por completo la entrevista que le hizo Pedro Piqueras. El presidente aseguró que ya se espera "cualquier cosa" de Carles Puigdemont y sacó pecho de que, sin él en la Generalidad, se ha vuelto a la "legalidad", se han convocado elecciones y la comunidad está en una situación de "mucha mayor normalidad". Cuando el entrevistador le recordó la denuncia de ERC de que Moncloa quería "sangre" y "muertos" en las calles, contestó: "No debo enfadarme en público. Voy a mantener la calma. Eso es mentira, es una calumnia". Descartó, eso sí, acudir a los tribunales.