La Justicia no está 'kaput'. La sociedad civil y la Monarquía parlamentaria tampoco. Ha llegado la hora de que den pruebas contundentes de su vitalidad.
Hay que exigir al Gobierno que cumpla con su deber, si es que puede, y se olvide de volver a confinar a la población del modo draconiano y liberticida en que lo hizo en los meses pasados.