Cambio de planes en el Gobierno. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, comparecerá este miércoles a petición propia en la comisión de exteriores del Congreso para explicar el volantazo en el tema del Sáhara. Para evitar más críticas, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tomará la palabra una semana más tarde ante el plenario de la Cámara Baja.
El Ejecutivo rectifica a medias después de ver como como hasta 11 partidos, la mayoría socios parlamentarios e incluso alguna formación con la que han concurrido en coalición como es el caso de Nueva Canarias, solicitaban que fuese el propio presidente del Gobierno el que explicase el cambio de postura.
El Gobierno ha encontrado la forma de evitar más reproches, diluirá el tema del Sáhara con los acuerdos del Consejo Europeo del día 24 y 25, en los que se tratará la cuestión energética, y en los que España propondrá que se desacople el gas de la factura eléctrica, algo que cuenta con el respaldo de Rumanía, Italia, Grecia, Portugal y Francia. También hablará sobre la cumbre de la OTAN, que se celebra esta semana en Bruselas, y del Plan Nacional de Consecuencias de la Guerra que se presenta el 28 de marzo.
"Éste es un buen acuerdo", añadía visiblemente molesta la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ante la batería de preguntas sobre el Sahara en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "España se mantiene en la misma solución en el seno de ONU", concluía mientras emplazaba a más explicaciones a la comparecencia de Albares y la de Sánchez. El Gobierno incluso negaba problemas con Argelia pese a que han retirado al embajador. "Argelia es un socio fiable", terciaba la portavoz.
Los aliados en contra
El cambio en el Gobierno era comunicado por Pablo Echenique de Unidas Podemos, que aprovechaba para explicar una conversación con su homólogo del PSOE, Héctor Gómez. "Dará explicaciones de las dos cosas, de lo que se ha acordado en el Consejo Europeo y del Sáhara", decía en el Congreso el portavoz morado.
Los partidos aliados no se dan por satisfechos y quieren un pleno monográfico. "Cada una de las cosas merece una atención específica", añadía el portavoz de Más País, Iñigo Errejón, reprochando al Gobierno "juntar las dos cosas para evitar dar explicaciones". "Tienes que dar explicaciones más allá de dos líneas ocultas en un discurso sobre Europa", reprochaba el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
Creciente oposición en el PSOE
El volantazo del Sáhara empieza a aunar cada vez a más voces internas en contra. El PSOE justifica el cambio y asegura que en su último congreso, ya no hablaba de autodeterminación del pueblo saharaui, algo que sí hacía en su programa de abril de 2019. Sin embargo, cada vez más representantes del PSOE muestran su extrañeza por su decisión.
El diputado vasco, Odón Elorza, aseguraba en Twitter que "no permito la descalificación por no renunciar a los sentimientos que forjaron mi compromiso político y mis ideales". Aunque el cargo más importante que se ha pronunciado es la presidenta balear, Francina Armengol, que en Twitter ha pedido que el pueblo saharaui debe vivir "en paz y libertad".
Sóc conscient que vivim temps complicats, però ara, més que mai, és important respectar i defensar un dels valors més universals: els drets humans.
El poble sahrauí es mereix viure en pau i llibertat.
Des del cor, tot el meu suport a les famílies i el poble sahrauí ❤️
— Francina Armengol (@F_Armengol) March 19, 2022
Este martes, Albares iba a participar junto al exsecretario general de la OTAN, Javier Solana, y la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, en una charla sobre la invasión de Ucrania en la agrupación del PSOE Madrid Ciudad. Sin embargo, el acto se ha cancelado por "problemas de agenda". Un eufemismo para evitar dar la cara ante unos militantes de base contrariados por una decisión que no comprenden.
La dirección del PSOE reconoce que el tema del Sáhara es "sensible" dentro del partido y una de las reivindicaciones históricas de la formación. "España es el país que más colabora con el pueblo saharaui", afirman en Ferraz donde evitan entrar a valorar las discrepancias que pueda estar generando este cambio de Sánchez.