Alberto Garzón está en una posición complicada con respecto a la cumbre de la OTAN que se celebrará en nuestro país el próximo mes de junio. Por un lado, su estrategia es la de arrimarse a una Yolanda Díaz en clara guerra abierta con Podemos y las caras visibles que representan al partido en el Gobierno: Irene Montero e Ione Belarra. Pero por otro, su postura con respecto a la Organización del Tratado del Atlántico Norte – como en tantas otras – está en consonancia con el ala dura del Ejecutivo.
No en vano su partido IU, en el que participan diversas organizaciones, como el Partido Comunista de España (PCE) o Izquierda Republicana, nació al albur del movimiento en contra de la permanencia de España en la OTAN, defendiendo así el no en el referéndum convocado por Felipe González.
Al ministro de Consumo le han preguntado este martes sobre su presencia en la cumbre y ha decidido ponerse de perfil. Ni confirma ni desmiente sus asistencia, bromeando con que ni siquiera sabe lo que va a hacer la semana que viene. Sí ha subrayado que se siente "cómodo" en el Gobierno de coalición. No obstante, sí ha querido recordar la posición histórica y la "genealogía" de su partido -IU-, en contra de la pertenencia de España en la Alianza Atlántica.
Mucho más claro se mostró en 2013 cuando tachó a la OTAN de "organización terrorista legal". Lo hizo a través de su cuenta de Twiter. No era ministro por aquel entonces pero sí líder de IU. "Aquí en Málaga una de las fragatas de la organización de terrorismo legal OTAN, de camino a Siria", publicó.
Aquí en Málaga una de las fragatas de la organización de terrorismo legal OTAN, de camino a Siria: pic.twitter.com/UIgkvAW3mO
— Alberto Garzón🔻 (@agarzon) September 2, 2013