Menú

El separatismo se une al PSOE para tumbar el TC: "Se lo advertimos, Cataluña fue el banco de pruebas"

Junqueras, Aragonès y Puigdemont reprochan a Sánchez que apoyara al Constitucional en 2017, pero se ofrecen a colaborar en el asalto a la justicia

Junqueras, Aragonès y Puigdemont reprochan a Sánchez que apoyara al Constitucional en 2017, pero se ofrecen a colaborar en el asalto a la justicia
Pere Aragonés participando en una maratón solidaria | EFE

La decisión del Tribunal Constitucional de aceptar las medidas cautelarísimas propuestas por el PP sobre los cambios en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el propio Tribunal Constitucional ha logrado unir a todas las familias del separatismo en un nuevo mantra procesista. Lo que está sucediendo ahora, según su interpretación, demuestra que la Cataluña de 2017 fue el "banco de pruebas" de este supuesto "golpe de Estado judicial".

Todos los dirigentes separatistas han ajustado cuentas con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien reprochan que durante la asonada separatista de otoño de 2017 apoyara la reacción del Constitucional para impedir la formalización de una república catalana soberana. Todos coinciden también en señalar que ya entonces advirtieron a los socialistas que el Tribunal Constitucional acabaría pasándoles factura, que lo ocurrido en el Parlament se acabaría por trasladar al Congreso de los Diputados y el Senado.

Esquivan los dirigentes separatistas el hecho de que el Tribunal Constitucional no ha paralizado la reforma del Código Penal en lo relativo a eliminar la sedición y rebajar la malversación, que se votarán este jueves en el Senado salvo que el TC acepte el recurso al efecto de Vox. Y también esquivan el asalto al Tribunal Constitucional es clave para que cuelen todas las exigencias del separatismo, desde los propios cambios en el Código Penal hasta la prohibición del 25% de español en la enseñanza obligatoria catalana, entre otras cuestiones de calado.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, marcó la senda de las reacciones separatistas con un mensaje en Twitter en el que manifestaba que "lo advertimos: la represión comienza contra los independentistas, y sigue contra el resto de los demócratas. La derecha y la extrema derecha española utilizan, de nuevo, los poderes del Estado para atentar contra la voluntad del pueblo. Estaremos siempre en defensa de la democracia".

Su segundo en el partido y presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, añadió a su reacción un acento más "soberanista": "Utilizaron Cataluña como banco de pruebas y hoy, envalentonados, lo aplican a todo. La derecha españolista secuestra las instituciones y solo lo superaremos con una agenda valiente y progresista donde Cataluña sea, definitivamente, una república soberana".

El expresidente de la Generalidad huido, Carles Puigdemont, ha sido un punto más alambicado en su lectura de la situación. De entrada, se suma a la teoría de que Cataluña fue el banco de pruebas del Constitucional al afirmar que la tesis de que el Constitucional amordaza al Congreso y el Senado ya se produjo en 2017 en el parlamento autonómico. Y reprocha a los socialistas que "engordaron al monstruo dándole en sacrificio las instituciones de los catalanes".

Ajustes de cuentas internos

Pero el de JxCat también tiene cera para Junqueras y Aragonès en otro mensaje en Twitter: "Cuando reclamamos mantener la posición para poder aprovechar las oportunidades que surgieran lo hacíamos pensando en situaciones como las que ahora mismo está viviendo España. Pero algunos prefirieron una 'agenda progresista' en España en vez de una agenda independentista en Cataluña".

Por si no había quedado clara su postura en cuanto a los socialistas, Puigdemont añadía una befa sobre el argumentario socialista y sobre los "opinócratas" socialistas: "Cuando el Tribunal Constitucional interviene sobre el Parlamento de Cataluña se llama 'defensa del Estado de Derecho'; cuando el mismo TC interviene sobre el Congreso español se llama 'golpe de Estado'".

El gobierno de la Generalidad a través de su portavoz, Patrícia Plaja, ha abundado en la materia de Cataluña como banco de pruebas, en que las fuerzas independentistas ya habían advertido al PSOE de la "espiral antidemocrática" y la "desacomplejada politización de la justicia por parte de la derecha española". La portavoz del Govern también ha insistido en que los socialistas estaban avisados de que las instituciones judiciales están "secuestradas por la extrema derecha". Para la Generalidad catalana, el Gobierno se encuentra en una encrucijada. Tiene que decidir si quiere "tumbar a esa coalición de extrema derecha" o "colaborar con ella cuando le conviene".

Próxima estación: Referéndum

El grueso de las fuerzas independentistas está por la labor de apoyar al Gobierno en el asalto al Constitucional, pero exhibe las contrapartidas. Según ERC, la mesa de diálogo continúa con el referéndum de autodeterminación en la agenda, sustanciada ya la "desjudicialización" del "procés". El partido republicano se ofrece para lo que sea menester en contra del Tribunal Constitucional y advierte a Sánchez de que no tendrá mejor oportunidad. El "procés" separatista no ha terminado, ha recalcado la portavoz del ejecutivo autonómico catalán. El independentismo no ha pasado por alto la ocasión de burlarse de Sánchez y el PSOE, pero ofrece toda su colaboración y "experiencia" en el asalto sanchista contra el Constitucional.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal