Esta semana se decide, en buena parte, la continuidad de Pedro Sánchez en la Moncloa. En el Ferraz saben que necesitan un partido que agrupe a la izquierda de PSOE y han depositado todas sus esperanzas en la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. .
La ministra gallega anunciará este domingo de Ramos 2 de abril su candidatura a la presidencia del Gobierno. Será en un mitin en el polideportivo de Magariños. Un recinto que Pedro Sánchez conoce bien ya que ahí jugó al baloncesto cuando estudiaba en el Instituto Ramiro de Maeztu. Una simbiosis entre la el presidente y su vicepresidenta segunda para alumbrar un nuevo partido: Sumar. Una formación que muchos en la izquierda ya han dado en llamar "la marca blanca del PSOE".
Podemos no asistirá, de momento
En el acto estarán representados IU, los Comunes, Compromís, En Marea y Más País. De momento, Podemos no va a participar ya que exige un compromiso previo de que las listas electorales se configurarán a través de primarias abiertas a toda la ciudadanía.
Los morados son conscientes de su importancia: son el partido más numeroso de la coalición de Unidas Podemos y están recelosos de Díaz. Creen que Sumar viene a relevar su siglas, también a sus cargos y por ende su financiación. De ahí que exijan unas elecciones internas para imponerse y seguir siendo el principal partido dentro de una amalgama de siglas y coaliciones.
En el entorno de Ione Belarra e Irene Montero marcan distancias también con el discurso de Díaz. La vicepresidenta segunda aprovechó la moción de censura para lanzar un "trailer" de su candidatura. Un discurso "sincronizado" con Moncloa y que se basó en glosar las bondades de la coalición. En cambio, las ministras moradas salieron al pasillos para recordar sus desavenencias con el PSOE en materia de vivienda o con la ley del "sólo sí es sí".
El PSOE los necesita
Los socialistas son conscientes que para renovar la presidencia de Pedro Sánchez necesitan una izquierda "reorganizada" y "fuerte", capaz de pelear con Vox por la tercera plaza en muchas circunscripciones. También necesitan movilizar a un electorado de izquierdas que no votaría al PSOE y que se debate entre la abstención o un nuevo partido.
De ahí el foco que le han dado a Yolanda Díaz durante los últimos meses. La vicepresidenta segunda comparece cada poco en la sala de prensa de la Moncloa con el beneplácito de Presidencia y así seguirá siendo hasta diciembre.
En cambio, Belarra y Montero se quejan de las trabas que se les pone para presentar sus proyectos de los ministerios de Derechos Sociales e Igualdad. El mayor temor de Ferraz es que Podemos decida concurrir por separado.
"Perderíamos muchos votos y escaños", asumen en el Gobierno y en el partido donde creen que tres partidos de ultra-izquierda, que se elevarían cuatro o cinco en las circunscripciones vascas o catalanas, acabarían por dinamitar el resultado y beneficiar a la derecha. De ahí, las esperanzas que tienen puestas en Díaz.