
Pedro Sánchez no contempla la opción de una repetición electoral tras los resultados del 23-J. El líder socialista ha comparecido ante la Ejecutiva del PSOE y les ha prometido a puerta cerrada que "esta democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad". O lo que es lo mismo: tratará de conseguir el voto favorable o la abstención de Junts, el partido del fugado Carles Puigdemont.
Lo que ya asumen en la dirección del partido es que esto puede tardar meses. "No te puedes poner prisas con este resultado", afirman fuentes próximas a la dirección federal donde creen que "esta resultado manda mensajes a todos". En especial a los partidos catalanes. "El PSC suma más que todos los partidos independentista juntos", afirman en el partido donde creen que su líder en Cataluña, Salvador Illa, ha salido reforzado.
Lo que también constatan es que Feijóo tiene más noes declarados que "imposibilitan poner el reloj" de cara a una investidura. En el PSOE ya saben que cuentan con el respaldo de ERC, Bildu, BNG y dan por descontado el del PNV pero tampoco descartan incorporar a UPN o Coalición Canaria, a los que se les sitúa en el bloque de la derecha. "UPN tiene el Ayuntamiento de Pamplona porque nosotros nos hemos abstenido", señalan en el interior del PSOE.
"Que el PP se cueza"
Los socialistas creen que ahora se abre un "periodo de reflexión" para todos los partidos y no descartan una crisis en el principal partido de la oposición. "Vamos a dejar que el PP se cueza en su propia salsa", afirman fuentes socialistas donde creen que ·el PP está hablando consigo mismo".
En el PSOE hacen chanzas con los gritos que se escucharon en la calle Génova cuando Feijóo salió a saludar a los simpatizantes. "La última vez que gritaron ‘Ayuso, Ayuso’ alguien salió por la ventana", señalan en referencia a la destitución de Pablo Casado.
En la dirección del partido celebran que, esta vez sí, haya funcionado el miedo a Vox que no activó al electorado izquierdista en el 28-M. "Esta vez eran amenazas tangibles", y señalan algunas acciones ,como la censura a algunas obras de teatros en algunos ayuntamientos de PP y Vox, como desencadenante de una movilización progresista a última hora. "

