En Junts no albergan la más mínima duda de que el regreso de Puigdemont antes de que la amnistía entre en vigor podría decantar las elecciones a su favor. Ha sido el letrado del prófugo, Gonzalo Boye, quien ha sugerido la posibilidad en unas declaraciones en la radio del conde de Godó. "Puigdemont está dispuesto a ser detenido", ha dicho el letrado a modo de reto y amenaza.
Sin embargo, no está del todo claro que el retorno del prófugo vaya a provocar grandes efusiones populares. El independentismo está muy fragmentado. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ya no es lo que era y además quiere presentarse a las elecciones en contra de los "pactistas". ERC y Junts van a la par en cuanto a implantación territorial. Por no hablar del factor oportunista de aspirar al martirio cuando es evidente que el paso de Puigdemont por la cárcel sería más efímero que los doce días que estuvo en la prisión alemana de Neumünster. Como mucho, calculan en Junts, se enfrentaría a una experiencia ya conocida, unas horas de cárcel como las que pasó en la prisión italiana de Bancali en la isla de Cerdeña, pero en Madrid.
¿Será capaz? ¿Avisará primero a Sánchez? ¿Se hará detener como Clara Ponsatí? Es una posibilidad que tiene al alcance de la mano. Puigdemont juega a ser imprevisible y siempre ha soñado con montar un "pollastre de collons". Lo tiene fácil.

