
Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez no mantienen ningún tipo de interlocución desde hace siete meses, ni siquiera para hablar o pactar el CGPJ, según confirmó el propio líder del PP ayer durante una entrevista en Es la Mañana de Federico, de esRadio, en la que admitió que no hablan por que "no es fácil".
La última vez que ambos interactuaron fue el pasado 12 de diciembre, según confirman desde su entorno. Fue para hablar sobre el órgano de gobierno de los jueces durante un encuentro que mantuvieron en el Congreso. El presidente del PP arrancó entonces el compromiso al jefe del Ejecutivo de negociar el órgano de gobierno de los jueces a través de Bruselas. Desde entonces, ni un contacto, salvo en las sesiones de control al Gobierno.
Fuentes del PP consultadas por Libertad Digital confirman que Feijóo y Sánchez no se han intercambiado mensajes en todo este tiempo. El jefe del Ejecutivo ni siquiera felicitó en persona al líder de la oposición por la victoria de las elecciones europeas, como exige un mínimo de cortesía. Sólo lo hizo con un escueto mensaje en su red social X.
La última vez que se vieron, hace siete meses, fue en un ambiente de gran tensión, no sólo por la investidura, sino por las formas del presidente a la hora de convocar al líder del PP. Lo hizo a través de los medios, a los que comunicó en primer lugar su intención de citarle, y después evitó contactar directamente con él, hablando en su lugar a través de los jefes de gabinete; Óscar López, del PSOE, y Marta Varela, del PP.
La falta de información sobre asuntos de Estado
Feijóo se ha quejado en varias ocasiones de que el Gobierno no informe sobre ningún asunto a la oposición, especialmente en lo que se refiere a la política exterior. Sánchez no da cuenta de sus decisiones sobre Ucrania, el Sáhara, Marruecos o Palestina, de las que mantiene al margen incluso al Parlamento. Algo inédito en la democracia española.
El jefe del Ejecutivo tampoco habló con el líder del PP para informarle de que se tomaba cinco días de reflexión después de que se abriera una investigación contra su mujer, Begoña Gómez, según confirman desde el entorno de Feijóo. Un hecho también insólito, ya que dejó al país en vilo, pendiente de una decisión personal que convirtió en cuestión de Estado, sin ni siquiera contactar con el líder de la oposición.
La relación entre ambos quedó ya muy tocada en las reuniones que mantuvieron después del 23-J para abordar la investidura. Feijóo comprobó entonces la falta de talante de Sánchez, que ya dejó patente incluso siendo líder de la oposición, cuando en un encuentro que mantuvo con Mariano Rajoy apenas hablaron cinco minutos. Después hicieron tiempo para disimular ante la opinión pública la falta de sintonía, que se demuestra de nuevo con Feijóo.