Esquerra Republicana (ERC) trata de limpiar a toda prisa la "escena del crimen". La filtración de que la campaña contra los hermanos Maragall pretextando el alzhéimer que sufre Pasqual, el exalcalde de Barcelona y expresidente catalán, ha dado de lleno en la línea de flotación de una maquinaria que se dedicaba a las campañas de falsa bandera, a trolear a los adversarios políticos enviando mariachis a sus sedes (caso Junts cuando salió del 'Govern') o a filtrar mentiras e informaciones interesadas. Punto para el sector de Oriol Junqueras en la guerra sucia que libran los partidarios del expresidente y los de la secretaria general y máxima responsable hasta el congreso extraordinario del 30 de noviembre, Marta Rovira.
Las fotos de los abrazos en Cantallops, los recibimientos y el paseíllo en la sede de ERC en Barcelona forman parte de la escenificación de un partido en el que sus principales dirigentes están a puñaladas. La crisis de la campaña con la que en ERC pretendían victimizar a Ernest Maragall, su candidato para Barcelona en las últimas municipales, acabó como rosario de la aurora. Según apuntó La Vanguardia, el partido ha acabado pagando más de cincuenta mil euros para garantizar el silencio de los jóvenes que fueron contratados para colgar los carteles.
Ahora, con las tripas del escándalo en los medios, Rovira ha ordenado que suspendan de militancia al afiliado que contactó con los jóvenes, y al jefe de comunicación, Tolo Moya. En cuanto a los "cerebros", Sabrià y Marc Colomer, vicesecretario de comunicación, la dirección, o sea, Marta Rovira, les ha abierto un expediente leve (una pequeña reprimenda) mientras que al eslabón más débil de la cadena, el afiliado con "contactos", le ha tocado un expediente grave que puede acabar en la expulsión del partido.
Lo singular es que el asunto no esté de vuelta en los juzgados, toda vez que se han aireado sospechas de facturas falsas pagadas por ERC a través de una empresa de marketing "amiga".
En la "operación limpieza" que ha ordenado Rovira no podía faltar un dictamen de la Comisión de Garantías del partido, un nuevo "protocolo" para el "diseño y gestión de campañas y activismos" con "garantías éticas", etcétera, etcétera. Firmado todo por los que en 2018 crearon una estructura paralela a la dirección para puentear y ningunear a Junqueras por orden de Marta Rovira.