
El primer discurso de Salvador Illa como presidente de la Generalidad para la fiesta regional de Cataluña, el 11 de septiembre, ha obviado los asuntos candentes de la agenda política para centrarse en promesas y buenas intenciones en materia de servicios sociales.
La intervención del nuevo presidente catalán ha sido muy diferente de las protagonizadas por sus antecesores, todas marcadas por los objetivos separatistas. Illa ha omitido todos los temas polémicos, desde el cupo catalán, al que no ha hecho alusión alguna, hasta la imposición lingüística, otro asunto que se ha quedado en el tintero, pasando por la ley de amnistía el día en que ha trascendido que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha emitido una resolución contraria a un recurso de Puigdemont reclamando que se le aplique la norma.
El líder socialista catalán ha tratado de imprimir un fuerte acento social a su intervención, sin olvidar referirse en todo momento a Cataluña como una nación en vez de como una comunidad autónoma: "Tengo la plena convicción de que una nación próspera y justa para todo el mundo se construye de verdad en las aulas, en los centros de atención primaria, en las bibliotecas, en los centros para la gente mayor y en las calles y plazas de unos barrios seguros. Por eso es tan importante que los servicios públicos de Cataluña recuperen la excelencia que los ciudadanos y ciudadanas os merecéis. Atender esta prioridad nos hará mejores como país".
El presidente de la Generalidad ha señalado que "para esquivar los riesgos y aprovechar las oportunidades globales es importante que pongamos el acento en lo que nos une, que confiemos en nosotros mismos, en Cataluña y en su pluralidad". Illa se ha propuesto también "garantizar el acceso a la vivienda, sobre todo a nuestros jóvenes, garantizar unos salarios dignos y la plena igualdad entre hombres y mujeres".
En cuanto a la inmigración, el dirigente socialista ha indicado que "Cataluña también se ha hecho gracias al trabajo de personas venidas de los pueblos de España y de todo el mundo. No podemos cerrar los ojos a la realidad del fenómeno migratorio. Se trata de una emergencia global fruto de la desigualdad en el mundo y que ningún país puede resolver en solitario. Cataluña siempre ha sido tierra de acogida y tierra solidaria. Y ahora volverá a ser ejemplar".
La catalanidad según Illa
Illa también se ha referido a sus visitas a los monasterios de Poblet –primera reunión del Govern– y a Montserrat –el pasado sábado en la apertura de los actos del milenario de la abadía benedictina– e imitando a Tarradellas en la primera parte e inspirándose en Pujol en la segunda ha proclamado: "Ciudadanos y ciudadanas de Cataluña: todo el que viene a mejorar Cataluña es catalán".
Se trata de la actualización del pujoliano "es catalán todo aquel que vive y trabaja en Cataluña". La letra pequeña de esa fórmula es la que alude a hablar catalán, pero Illa no ha hecho ninguna mención a la política lingüística que ha dejado en manos de ERC.

