
La sombra de Juan Lobato es alargada. El exlíder de los socialistas madrileños se ha marchado pero, con sus Whatsapps, ha evidenciado que Moncloa estaba al tanto de la operación contra Isabel Díaz Ayuso y que manejaban documentos confidenciales.
Una de esas personas es Pilar Sánchez Acera, la número dos del exjefe de Gabinete de Sánchez. La madrileña ha reaparecido en el congreso del PSOE como parte de la delegación madrileña, pero no ha querido hablar. En el partido saben que su imputación es cuestión de días tras las actas notariales que Lobato ha mostrado ante el Supremo.
El que fuera su jefe, Óscar López, sí ha respondido por primera vez a la prensa. Tras varios días esquivando las preguntas, al actual ministro de Transición Digital, no le ha quedado otro remedio que atender a los medios. Su idea era empezar a promocionarse como líder del PSOE-M, dejando entrever su idea de ser el próximo secretario general de los socialistas madrileños.
"A partir del lunes vamos a hablar del Partido Socialista de Madrid", ha afirmado, para cargar a continuación contra "ese pozo de corrupción y política" que sería, a su juicio, la Comunidad de Madrid. Cuando le preguntaban si su candidatura podría estar tocada por la filtración, como afirman algunos en el seno del partido, López respondía con un "hay gente ‘pa’ todo"
Su posible implicación, o al menos de su entorno más inmediato, en la filtración de documentos sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso copaban el resto de preguntas. Ante el interés de si teme la imputación de Pilar Sánchez Acera, el ministro aseguraba que espera "que se investiguen todas las filtraciones" y ponía de ejemplo los casos Begoña Gómez y del hermano de Sánchez. "Por cierto, tengan cuidado todos ustedes", advertía a los periodistas.
López prometía que nunca manejó el documento con información confidencial y asegura que su número dos lo usó "cuando estaba ya en cuatro medios de información que citan ese documento". Es decir, insinúa que se lo pasó un medio de comunicación "la noche anterior" pero a que, hasta ese momento, sólo había frases sueltas en algunas noticias y ninguno había reproducido el documento de forma íntegra.
López trataba de cargar contra los denunciantes. "Detrás de todas las denuncias está Manos Limpias", aseguraba, lamentando que esta organización "esté marcando la vida política de este país". "El novio de Ayuso cometió un delito, su jefe de Gabinete filtró una mentira y ahora quieren que dé explicaciones el PSOE. Todo tiene un límite", añadía, y culpaba a Manos Limpias de decidir judicializar "toda la vida política".




