
La inesperada dimisión de Juan García Gallardo y la revuelta de varios cargos electos pidiendo más democracia interna al partido ha tenido repercusión también en Toledo. La vicealcaldesa de la ciudad y presidenta del Grupo Municipal de Vox en la capital, Inés Cañizares, se ha mostrado firme defensora de fortalecer la democracia interna dentro del partido. "Si no otorgamos una verdadera participación política a las bases, estaremos convirtiendo a los afiliados en simples financiadores del partido", advirtió la exportavoz adjunta de Vox en el Congreso de los Diputados en rueda de prensa minutos después de conocerse la marcha de García Gallardo.
Para respaldar su postura sobre "la necesidad de que en Vox exista democracia, libertad y debate", Cañizares recordó cuando Santiago Abascal dejó el Partido Popular justificando su decisión en la falta de democracia interna y señalando que la militancia "estaba secuestrada" por una cúpula que impedía el debate interno y la participación".
En su opinión, al líder de Vox deberían parecerle valiosas las opiniones que buscan "enriquecer el partido". De esta manera, Cañizares se une a las demandas de varios cargos electos de Vox en Castilla y León que exigen a la dirección nacional un fortalecimiento de la democracia interna y la restitución de los Estatutos que, en 2022, eliminaron la celebración de primarias. Esta modificación resultó en una mayor concentración de poder en el Comité Ejecutivo Nacional, especialmente en la figura de su presidente, Santiago Abascal. Estas peticiones provocaron la revuelta en Salamanca, que llevó a la expulsión de los procuradores de Vox en Salamanca y Burgos, Javier Teira y Ana Rosa Hernando, y a la dimisión del exlíder de Vox en Castilla y León, quien se negó a firmar las expulsiones.
En declaraciones a Libertad Digital, la teniente alcalde de Toledo ha criticado la reacción de la dirección nacional ante las demandas de los cargos electos que han transmitido las preocupaciones de sus afiliados. Cañizares ha defendido que "opinar es un derecho" sosteniendo que, en lugar de ver las críticas como intentos de "socavar" el partido o una lucha de egos, desde Bambú deberían considerarlas como críticas constructivas que merecen ser analizadas.
Cañizares ha destacado su lealtad al partido y a su manifiesto fundacional, subrayando que "las ideas van por encima de las personas", aunque ha lamentado que, en el proceso, se pierdan talentos. Sin embargo, ha señalado que muchos de los cargos orgánicos que dimitieron de sus funciones siguen afiliados a Vox, mencionando a Iván Espinosa de los Monteros y a Rocío Monasterio, quienes, a su parecer, continúan creyendo en el proyecto.
En este sentido, Cañizares ha expresado su aspiración de que tanto Vox como sus valores, así como las personas que forman parte del partido, sean "ejemplares" en todos los sentidos. Además, ha rechazado el miedo a posibles represalias por expresar opiniones contrarias a la dirección de Bambú, afirmando con rotundidad a este medio: "Sin miedo a nada ni a nadie", ha zanjado la líder de Vox en Toledo.