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El separatismo se ceba contra los sanitarios que atienden en español con la complicidad de la Generalidad de Illa

"Prescríbete el catalán": La consejería de Salud redobla las presiones y exigencias sobre el uso del idioma regional a los profesionales sanitarios.

"Prescríbete el catalán": La consejería de Salud redobla las presiones y exigencias sobre el uso del idioma regional a los profesionales sanitarios.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa. | LD/Agencias

La sanidad en Cataluña es el último objetivo del separatismo, que pretende implantar su dictadura lingüística en todos los hospitales y ambulatorios de la región. Además de las denuncias, más de doscientas al año contra médicos y enfermeras por no utilizar el catalán, las entidades independentistas como Òmnium Cultural o Plataforma per la Llengua cuentan con la complicidad de la Generalidad presidida por el socialista Salvador Illa para imponer sus planes monolingües.

Así, la consejería de Salud, que dirige Olga Pané, ha relanzado la campaña "Prescríbete el catalán" para forzar la extensión del idioma regional entre el colectivo de profesionales sanitarios a base de cursos, exámenes y despidos disciplinarios por no aprobar dichos exámenes o no concurrir a los cursos.

Según la propaganda de la consejería, la segunda edición de la campaña "Prescriu-te el català" se debe al "éxito" de la iniciativa. Un "éxito" consistente en que menos de la mitad de los inscritos logró completar con éxito los cursos. En principio se ofrecieron 2.700 plazas y se inscribieron 3.930 profesionales, pero de estos sólo 1.352 completaron los cursos y lograron los certificados necesarios para presentarse a las pruebas oficiales de lengua catalana.

Acreditar el conocimiento del catalán es un requisito indispensable para la administración catalana a la hora de consolidar las plazas. Quien no sea declarado "apto" lingüísticamente se queda fuera. Ese ha sido el caso de más de doscientos sanitarios procedentes del resto de España y de Hispanoamérica, muchos de ellos con años de experiencia a plena satisfacción de los pacientes en centros de atención catalanes. La excusa de la Generalidad es que no son despedidos. Simplemente continúan como interinos si es que no abandonan hartos de la discriminación lingüística mientras otros profesionales con menos experiencia o acreditación sanitaria se quedan con sus plazas.

La Generalidad catalana asegura que el programa "Prescriu-te el català" tiene como objetivo "garantizar una comunicación efectiva entre los profesionales sanitarios y los pacientes, así como promover el uso del catalán en el entorno sanitario, un aspecto clave para ofrecer una atención sanitaria de calidad y que garantice los derechos lingüísticos de las personas atendidas en el sistema sanitario público".

Sin embargo, es la propia Generalidad quien se contradice al asegurar este mismo miércoles que sólo un 32,5% de los ciudadanos de Cataluña utiliza habitualmente la considerada como "lengua propia" de Cataluña en detrimento del español. La última encuesta de usos lingüísticos presentada hoy confirma que la imposición del catalán es contraproducente para ese idioma, ya que se extiende su conocimiento pero se reduce su uso, sobre todo entre los más jóvenes.

La campaña de cursos y exámenes de catalán entre el personal sanitario forma parte de un plan bianual con el que se pretende imponer el idioma de manera radical en las relaciones entre pacientes y personal sanitario. Fue diseñado por ERC y ha sido suscrito y potenciado por el PSC, que ha dado alas además a las denuncias de entidades como Plataforma per la Llengua, algunos de cuyos activistas se dedican a denunciar y acosar a médicos que no hablan en catalán.

Estadísticas controvertidas

El Colegio de Médicos de Barcelona también se muestra a favor de la imposición lingüística en el sector a pesar de la creciente llegada de profesionales del resto de España e hispanoamericanos para cubrir el déficit de personal autóctono. Según un documento colegial de febrero del año pasado, "el catalán es la lengua materna del 37,6% de los médicos que ejercen en Cataluña, mientras que el castellano lo es del 52,2%. Entre los nacidos en Cataluña, el catalán es la lengua materna del 62,8%. En el total del colectivo, el catalán como lengua materna está más presente en la franja de edad de 56 a 65 años (48,2%), mientras que el mínimo se registra en la franja de 36 a 45 años (26%). Esto se corresponde con que, en la franja de edad de 30 a 44 años, los médicos colegiados en Cataluña nacidos en el extranjero superan el 40% y los nacidos en otras comunidades del Estado español se acercan al 20%".

También se apunta en el documento que "la composición de la pirámide de edad de los colegios de médicos ha cambiado mucho en los últimos años, con la entrada de muchos médicos de origen extranjero que contribuían a garantizar el relevo generacional de los médicos que se jubilan. Una tendencia que plantea también un reto en el ámbito lingüístico".

Las estadísticas del Colegio de Médicos de Barcelona son las que utiliza la Generalidad para imponer sus tesis lingüísticas. Así, dicha entidad colegial indica que "menos de la mitad de los médicos (47,8%) emplea el catalán de forma habitual para comunicarse con los pacientes durante los actos asistenciales. El uso de la lengua catalana durante el acto médico es bastante menos frecuente entre las generaciones jóvenes de médicos (sobre todo en la franja de 30 a 45 años), coincidiendo con porcentajes más elevados de médicos nacidos fuera de Cataluña, especialmente en países extracomunitarios. Por ámbitos territoriales, destaca la diferencia entre la demarcación de Girona, donde se registra el máximo uso del catalán durante el acto médico (70% de los médicos lo emplean habitualmente), y la de Barcelona, donde desciende al 45,6%. En la demarcación de Lleida, el porcentaje es del 64,7% y en Tarragona, del 60,5%. También por edades se observan diferencias significativas: del 75,7% de los médicos de 60 o más años que emplean el catalán habitualmente a tan sólo el 30,1% en la franja de 30 a 44 años".

Esos datos no son óbice para que se añada a continuación que "el 55,3% de los médicos afirma que, en su mayoría, se dirige inicialmente al paciente en catalán y, de éstos, el 63% cambian automáticamente de lengua si la respuesta es en castellano; el 15,2% piden al paciente si los entiende en catalán y el 20,8% siguen en catalán si comprueban que el paciente los comprende. En cuanto al 43,1% que se dirigen inicialmente al paciente en castellano, el 45,6% cambia al catalán si es la lengua del paciente; el 11,1% pregunta si les entiende en castellano y el 41,4% mantiene el castellano si percibe que se les entiende".

Métodos de acoso y denuncia

En cuanto a las denuncias, una respuesta parlamentaria de la consejería de Salud al grupo de Junts per Catalunya (JxCat) y que desveló El Mundo revela que una media de doscientos profesionales son denunciados anualmente por no atender en catalán. Los procedimientos de denuncia son diversos. Uno de ellos es el matonismo lingüístico, la presión en grupo de activistas separatistas contra médicos que utilizan el español en el ejercicio de su profesión. Otro sistema son las denuncias anónimas a través de buzones de delación. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Sant Cugat acaba de habilitar un "buzón del catalán" cuyo objetivo es denunciar comercios y servicios en los que no se atienda en catalán. La entidad constitucionalista Convivencia Cívica Catalana ha denunciado dicho buzón y amenaza con recurrir a la justicia si el Ayuntamiento de dicha localidad barcelonesa, en manos de Junts, no retira de su web el buzón para las delaciones.

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