Alberto Núñez Feijóo arrancó el curso político reuniendo a todos sus presidentes autonómicos en Madrid para exhibir unidad y poder institucional frente al cupo catalán. Una medida injusta que viene acompañada de un caramelo envenenado para intentar camuflar esta prebenda a los separatistas: la condonación de la deuda a todas las CCAA. La dirección del PP se juega buena parte de su labor de oposición con este asunto, de ahí que, sin imponer, marque esta vez la línea a seguir a sus regiones, para que no haya fisuras.
El vicesecretario económico, Juan Bravo, aseguró este jueves que "mantendremos la misma posición en la condonación, siempre", al ser preguntado en rueda de prensa en el Congreso sobre si el rechazo del PP a la quita, exhibido en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, se mantendría cuando la Ley llegue al Congreso y también si es aprobada. "No van a dividirnos", advirtió ante la jugada del Ejecutivo, confirmando que el grupo parlamentario votará en contra. Queda por saber qué harán las regiones si la norma es aprobada.
Madrid, Andalucía, Galicia y Castilla y León ya han dicho que no se acogerán a la oferta por considerarla insuficiente e injusta. Sin embargo, en el Ejecutivo se muestran convencidos de poder abrir una brecha en el PP tentando a Comunidades especialmente necesitadas, como la Valenciana. Génova insiste en dar plena autonomía a los presidentes regionales, pero la línea a seguir está clara: no gusta la posibilidad de que alguno se acoja a la quita y rompa la unidad de discurso.
Qué harán a futuro
En el PP no ven factible una quita ni en el caso de la Comunidad Valenciana, dado que apenas supone perdonar los intereses y retrasaría todavía más la renovación del modelo de financiación autonómica, incluida la compensación a aquellas que están infrafinanciadas. Aragón abre la puerta a estudiar en el futuro el detalle de la norma, si logra el aval del Parlamento, aunque su presidente, Jorge Azcón, se mostró muy crítico con la oferta actual.
La Conferencia de Presidentes celebrada en Asturias el pasado mes de diciembre no sirvió tampoco para provocar discrepancias entre los presidentes autonómicos del PP, pese a los intentos de Pedro Sánchez. Isabel Díaz Ayuso dejó ya entonces claro su rechazo a la condonación de la deuda, que sólo veía como posibilidad para Valencia, por la DANA y la mala gestión de los gobiernos anteriores. Ahora, recuerda, la mutualización de la deuda supone que cada madrileño asuma 500 euros extra mientras que cada catalán se ahorraría más de 400.
Si alguna Comunidad opta finalmente por aceptar la oferta de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el Gobierno lograría blanquear el pago a ERC y allanaría el camino para seguir favoreciendo a Cataluña, dejando al PP sin discurso a nivel nacional. En el caso de Madrid o Galicia la duda es más fácil de disipar puesto que saldrían claramente perjudicadas al tener que asumir deudas que no han contraído. Queda por saber qué harán las más necesitadas, aunque la dirección del PP ya ha dejado claro su rechazo a esta posibilidad.