La declaración de Jéssica Rodríguez en el Tribunal Supremo ha certificado muchas cosas: los enchufes, la falta de labor real de los colocados en empresas públicas, la coordinación con la trama, etc. Y eso implica que José Luis Ábalos avanza posiciones en la investigación por un presunto delito de malversación de caudales públicos. De hecho, las declaraciones y la investigación de la UCO sobre Jésica ya no sólo salpican al que fuera número dos de Pedro Sánchez para todo y ministro de Transportes y Fomento, José Luis Ábalos. También salpican a la ministra de Hacienda María Jesús Montero en la trama Koldo. Y el entorno de Ábalos se ha encargado de deslizar en los último días un mensaje de forma intencionada: si le dejan caer él podría elevar la acusación "hacia arriba". Y arriba de Ábalos sólo había una persona: Sánchez.
Jésica ha asegurado en su declaración como testigo ante el magistrado que investiga la parte de la trama Koldo que afecta a los aforados, Leopoldo Puente, que estuvo contratada en las empresas públicas Ineco y Tragsatec. Estuvo cobrando durante un total de dos años y medio un sueldo público sin trabajar un solo día. Es más, tras acabar su contrato en el primero de los puestos -en Ineco-, pasó al segundo -el de Tragsatec-, dependiente de la SEPI que comanda en última instancia María Jesús Montero.
Ábalos está investigado hasta el momento por posibles delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación. Por su parte, María Jesús Montero aún no está investigada por ningún delito. Pero Ábalos es plenamente consciente de que la declaración de Jésica le acerca aún más a la confirmación de un presunto delito de malversación. Y se ha puesto nervioso. Tanto, que su entorno ha empezado a filtrar que, en caso de que le dejen caer, podría aceptar una colaboración con la Fiscalía y el juez para elevar "hacia arriba" la acusación. Y Ábalos estaba en todo. Y Ábalos ha mantenido hasta el momento un evidente pacto de no agresión con Pedro Sánchez, su protegido desde las primarias.
Un presunto delito de malversación continuada
Fuentes del caso consultadas por Libertad Digital afirman que la Guardia Civil tiene muy amarrada la investigación sobre todo lo ocurrido en el puesto de Jésica y otros enchufes similares practicados por Ábalos. Y añaden que "la contratación de Jésica con fondos públicos sin trabajar constituiría un presunto delito de malversación continuada, muy grave. Ineco es una empresa pública de ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes. Por su parte, Tragsatec es una de las empresas que forman el Grupo Tragsa, holding de empresas públicas adheridas a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), adscrita al Ministerio de Hacienda".
"La presunta malversación cometida con la contratación de Jésica salpicaría al entonces ministro de Transportes José Luis Ábalos, como máximo responsable de Ineco, y a la actual ministra de Hacienda María Jesús Montero como máxima responsable de Tragsatec. Del delito de malversación también sería responsable la que fuera presidenta de Ineco en esa época Carmen Librero, que estuvo presente en varios proyectos con el empresario Víctor de Aldama, y el presidente de Tragsatec Jesús Casas", añaden.
Y todo ello pone nervioso a un Ábalos que, por las filtraciones, empieza a temer poder ser una cabeza de turco, al menos, intermedia.
Sánchez ya ha dejado claro que un medio crítico como este es un obstáculo. Nos halaga pero necesitamos tu ayuda para demostrarle que lo que dice es cierto. Hazte socio del Club LD.