
En Junts son extremadamente cuidadosos en sus alusiones al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pero con Salvador Illa, el presidente de la Generalidad, tienen barra libre. No es el caso de ERC, que pactó la investidura del president socialista a cambio del concierto económico catalán y la condonación de 17.000 millones de euros de deuda autonómica con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Sin embargo, la inoperancia de Illa y su ejecutivo durante el apagón del pasado lunes 28 de abril ha enervado incluso a ERC.
La comparecencia de Illa en el Parlament a petición propia no ha sido cómoda para el dirigente socialista. Ocho días después del gran apagón todavía está muy presente la falta de reflejos del gabinete socialista. Illa tardó ocho horas en comparecer ante los medios. Lo hizo después del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Para la portavoz de Junts en la cámara autonómica, Mònica Sales, Illa estuvo "desaparecido y escondido" durante el apagón. Para la portavoz de ERC, Ester Capella, "un Govern no se apaga, tiene que estar siempre encendido".
Pero a Illa no le afectan las críticas de Junts y ERC. No entra en colisión con los portavoces de los partidos que sostienen con alfileres los gobiernos de España y de la Generalidad. Illa pretende confrontar en el parlamento catalán con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. De ahí que la principal línea argumental del dirigente socialista haya sido decir que la Generalidad no solicitó la intervención del Estado para afrontar la situación de crisis como sí hicieron otras comunidades, entre ellas la de Madrid.
A las 20:54 del día de autos el Centro Nacional de Emergencias se puso en contacto con la Generalidad para saber si solicitaba o no la intervención del Estado. Más de dos horas después, la Generalidad respondió que no era necesario declarar el nivel 3 de emergencia y que se hacía cargo de la situación. Para Illa, eso es una muestra de reflejos y capacidad de reacción.
Autonomía de 48 horas
No obstante, el presidente catalán ha prometido un plan para que los servicios esenciales dispongan de una autonomía eléctrica de 48 horas en caso de que vuelva a producirse un apagón así como la creación de una especie de sala de emergencias en la que podrán participar los líderes de los grupos parlamentarios junto a los consejeros, los mandos técnicos y los responsables locales.
También se ha hablado en el parlamento catalán de las renovables y las nucleares. Hasta ERC está en contra de las centrales nucleares de Ascó y Vandellós por lo que Illa se ha curado en salud al afirmar que la prioridad es la "soberanía" energética.