
La ofensiva ideológica de Yolanda Díaz entra ahora en las aulas. Sumar ha registrado este lunes en el Congreso una proposición de ley que prohíbe que en los colegios españoles se enseñe como verdad científica que existen solo dos sexos. Un paso más en la estrategia del partido de extrema izquierda para imponer la identidad de género como eje central de la nueva legalidad, desde las aulas hasta el Registro Civil.
Entrando en detalle, el texto establece que las administraciones educativas y las universidades deberán evitar la difusión como verdades científicas de "corrientes teóricas" que niegan la diversidad corporal de las personas intersexuales, lo que en la práctica supondrá vetar cualquier tipo de enseñanza que defienda que solo existen hombres y mujeres como categorías biológicas.
Género fluido
Además, la ley obligará a introducir identidades como género fluido, agénero, extrabinary o queer en los contenidos escolares. No se trata solo de ampliar contenidos: también deberán reeducarse los profesores, el personal administrativo, las familias y los propios alumnos. Según el texto, todo centro donde haya alumnos intersexuales deberá aplicar un plan de formación LGTBI para toda la comunidad educativa.
Pero la cruzada de Díaz no se detiene en las aulas. Como ya informó Libertad Digital, la propuesta de Sumar incluye también el reconocimiento legal del sexo "no binario" en el DNI y el pasaporte, una indemnización vitalicia para quienes aleguen haber sufrido modificaciones genitales no consentidas, y la posibilidad de registrar a los bebés sin sexo en el Registro Civil, aplicándoles en su lugar un "sexo de crianza" hasta que "manifiesten su identidad real y sentida".
El texto califica de "invisibilización" el hecho de que los registros solo admiten hombre o mujer, y presenta la inclusión de una tercera casilla como "crucial" para garantizar el acceso a la sanidad, la educación y los trámites legales. De hecho, Sumar propone reformar todos los formularios del Estado —desde los historiales médicos hasta los informes judiciales— para adaptarlos a esta nueva categoría.
Cambio de sexo
La proposición también recoge que los menores podrán congelar sus células reproductivas para decidir en el futuro si quieren cambiar de sexo, mientras que los médicos que intervengan a menores intersexuales sin cumplir con los nuevos criterios ideológicos podrían ser acusados penalmente por lesiones graves, incluso aunque cuenten con el consentimiento de los padres.
Además, se elimina como causa de exclusión en el Ejército, la Policía y la Guardia Civil cualquier diagnóstico relacionado con intersexualidad, como genitales ambiguos o alteraciones cromosómicas, en lo que el texto considera una "discriminación histórica".
En definitiva, lo que exige imponer Yolanda Díaz no es una cuestión menor. Se trata ni más ni menos de una redefinición completa del sexo humano y una reestructuración profunda del Estado para sustituir la biología por la identidad autopercibida.