
Gabriel Rufián mintió a sus votantes separatistas. A su llegada al Congreso de los Diputados en 2015, aseguró públicamente que no estaría "más de 18 meses" en su escaño. Diez años después, el portavoz de ERC continúa calentando la butaca en la Cámara Baja, muy lejos de aquel límite autoimpuesto.
Corría el año 2015 y las elecciones generales del 20 de diciembre estaban a la vuelta de la esquina. El independentismo catalán, y en concreto Esquerra Republicana de Catalunya, pretendía aumentar su representación en el Congreso. Fue entonces cuando un joven Gabriel Rufián irrumpió como líder de ERC en Madrid con un objetivo claro: conseguir la independencia de Cataluña en un plazo máximo de cuatro años.
Durante la campaña, Rufián repitió en varias ocasiones que no estaría ni un día más de los 18 meses que marcaba la hoja de ruta del ‘procés’. "No contemplamos el escenario de no poder cerrar el proceso de investidura en cuatro años. No hay 'Plan B'. No estaré en el Congreso ni un día más de los 18 meses que marca la hoja de ruta", prometió. También dijo: "En 18 meses dejaré mi escaño para regresar a la República Catalana".
Sin embargo, una década después, Rufián no solo sigue en el Congreso, sino que lo hace con grupo parlamentario propio, gracias a la cesión de varios diputados por parte del PSOE, por orden directa de Pedro Sánchez para comprar su investidura. Y todo apunta a que el líder republicano no tiene intención de abandonar su escaño a corto plazo, ya que aún le queda por delante más de media Legislatura y quién sabe si la siguiente.
De este modo, Rufián mintió a sus 600.000 votantes que le dieron a Esquerra Republicana nueve escaños clave para torpedear España desde dentro de las instituciones. No hay más que verlo, 10 años después de la promesa de Rufián, la formación separatista tiene más controlado que nunca a Pedro Sánchez ya que su apoyo es decisivo para que continúe a flote el Gobierno social-comunista.





