En medio de la sensación creciente de que el barco hace aguas por todos lados, el socio minoritario del Gobierno minimiza el momento convulso que atraviesa el PSOE y rechaza que exista una crisis en el Ejecutivo.
Desde el entorno de Yolanda Díaz descartan la necesidad de una cuestión de confianza, al considerar que ni el presidente del Gobierno ni los actuales ministros socialistas están vinculados a las presuntas comisiones ilegales y manipulaciones orgánicas que han motivado la dimisión del exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
No consideran necesario cesar a más cargos socialistas y buscan pasar de puntillas por un escándalo que, para el resto de socios, marca un antes y un después en la estabilidad de un Gobierno que se limita, por ahora, a resistir.
Desde Sumar también han descartado apoyar una eventual moción de censura planteada por el Partido Popular. Una negativa que comparten en Podemos, donde insisten en no tener que elegir "entre lo malo y lo peor", en referencia tanto al PSOE como al PP. La formación morada recupera así su vieja retórica contra el bipartidismo, anclada en las consignas del 15M.
Los de Yolanda Díaz reiteran que el actual Gobierno es más necesario que nunca y sostienen que la prioridad debe centrarse en "reconstruir la confianza ciudadana". Con esta posición, la formación liderada por Yolanda Díaz ofrece un respiro político a su socio de coalición en pleno proceso de desgaste, mientras continúan emergiendo nuevas informaciones que salpican a la dirección del PSOE.
Para ello, desde Sumar consideran esencial impulsar medidas de regeneración democrática y profundizar en las políticas sociales. En este contexto, y en una aparente desconexión con la devastadora situación que atraviesa el Ejecutivo, la formación mantiene su agenda prevista para el fin de semana, que incluye mesas informativas, reparto de flyers y recogida de firmas en al menos 70 puntos del territorio nacional para promover la reducción de la jornada laboral.
A pesar de no contar aún con una mayoría asegurada en el Congreso de los Diputados, la vicepresidenta segunda insiste en su bandera electoral y en plena tormenta política, tiene previsto participar este sábado en una de las acciones programadas en Madrid sin percatarse del grado de descomposición.
"No basta con pedir perdón" subrayan de forma reiterada varios dirigentes del espacio en alusión a la intervención de Pedro Sánchez desde Ferraz. Dicen estar en un grado de "consternación, enfado e indignación" mientras tratan de sostener su marca propia y que esta no se vea contagiada por los casos de corrupción del PSOE.