
Pedro Sánchez insiste en ofrecer un pacto de Estado contra la emergencia climática como solución para combatir los incendios. En su primera aparición pública en medio de la catástrofe, el presidente del Gobierno puso sobre la mesa esta oferta y lo hizo cuando España llevaba ya una semana combatiendo el fuego, y varios presidentes autonómicos habían suspendido sus vacaciones. Sin embargo, cuatro días después no ha llamado todavía a Alberto Núñez Feijóo.
Según confirman fuentes de la dirección del PP consultadas por Libertad Digital, no se ha producido ninguna conversación entre ambos durante estos días. Los populares se enteraron por la prensa de la propuesta de Sánchez, que tardó una semana en llamar a los presidentes autonómicos para interesarse por la situación, después de que ya lo hubiera hecho el Rey Felipe VI.
Cuatro días después de suspender sus vacaciones en La Mareta, y tras visitar algunas de las zonas afectadas por las llamadas en medio de un importante despliegue de seguridad para evitar el contacto con los vecinos, Sánchez ha regresado a su lugar de descanso sin descolgar todavía el teléfono. Algo que sí hizo durante el apagón, a pesar de las dificultades que había para poder contactar durante aquellas horas.
El jefe del Ejecutivo ha dicho que materializará su propuesta por la emergencia climática a partir del mes de septiembre, momento en el que reunirá a expertos, agentes sociales y formaciones políticas para abordar este asunto que, según dijo esta semana, debe "traspasar legislaturas y comprometer a todos los gobiernos". Sin embargo, no ha sido capaz de contactar con el presidente del principal partido de la Cámara.
Pacto de Estado sin la mitad del Estado
Sin el compromiso del PP, el pacto de Estado se reduciría a un mero acuerdo entre socios de gobierno, en caso de que lograra congregarles en torno a esta causa. A la espera de que pueda producirse esa llamada, los dirigentes del PP que han hablado desde el domingo sobre esta iniciativa han criticado que el Ejecutivo pretenda desviar la atención sobre su responsabilidad en la catástrofe, tildando de "cortina de humo" la propuesta y pidiendo "flexibilizar" las leyes climáticas.
Una postura que no augura ningún tipo de acercamiento entre ambos partidos para llegar a un acuerdo, aunque los de Feijóo no han rechazado de plano sumarse a ese pacto que, recuerdan, ahora es inútil frente a las llamas. "Los pactos de Estado no acaban con las llamas", criticó la portavoz parlamentaria, Ester Muñoz, un día después de la propuesta lanzada por Sánchez.
Desde entonces, la presidenta de Extremadura, María Guardiola, o la portavoz del Senado, Alicia García, han criticado la legislación actual que no tiene en cuenta la "perspectiva rural" y la "realidad del campo" a la hora de dictar unas normas "desde despachos en las ciudades" que acaban dificultando las labores de prevención para evitar la magnitud de estos incendios.
Una relación tensa desde el principio
El PP se queja con frecuencia de la ausencia de interlocución con el presidente del Gobierno, que rehúsa informar sobre ningún asunto a Alberto Núñez Feijóo, tanto de índole nacional como, especialmente, de política exterior. Ninguna de las decisiones adoptadas por el actual Ejecutivo que comprometen a España en su conjunto ha sido siquiera trasladada al partido más votado del país.
Así ocurrió con el giro por el Sáhara, el reconocimiento de Palestina o el aumento del gasto en defensa del 5% comprometido con la OTAN. Antes del apagón, ambos líderes estuvieron más de un año sin mantener conversación alguna después de la investidura fallida de Feijóo y la posterior elección de Sánchez como presidente. Las reuniones entre ambos durante aquellos días fueron tensos y dejaron constancia de su falta de sintonía y mala relación, que se ha agravado más los últimos meses.

