Juan Rodríguez Garat, almirante retirado de la Armada española, ha intervenido en el programa La Noche de Cuesta de esRadio para analizar la decisión del Gobierno de enviar un buque militar para apoyar la flotilla en la que participan activistas como Greta Thunberg y Ada Colau. Durante su intervención, ha expresado sus dudas sobre la legalidad y las implicaciones políticas y estratégicas de esta acción.
Cuestionado por Carlos Cuesta sobre la legitimidad del despliegue del buque español, el almirante ha sido contundente: "Evidentemente sí, si el buque va a llevar la bandera española a una zona en conflicto, va a posicionar a España. Es España la que está en este momento, o estará dentro de unos días, manifestándose con la flotilla, con la flotilla de Gaza en las afueras del mar territorial israelí. Y eso evidentemente no es que contradiga el uso de las Fuerzas Armadas, pero tiene que ser España la que lo decida, no un Gobierno. Y precisamente por eso la ley exige que este tipo de despliegues se realicen con aprobación del Congreso."
"Es España la que está manifestándose con la flotilla de Gaza en las afueras del mar territorial israelí. Tiene que ser España la que lo decide, no el Gobierno"
🎙️ Juan Rodríguez Garat, almirante retirado #NocheDeCuesta pic.twitter.com/Y8DbJ1wlAs
— La Noche de Cuesta (@lanochedecuesta) September 26, 2025
El almirante ha cuestionado las declaraciones oficiales: "Acabo de oír al ministro Bolaños diciendo que no es más que un barco de salvamento. No, no es un barco de salvamento, es un patrullero de altura de la Armada, tiene la misma bandera que los demás y, por lo tanto, ese argumento no sirve. Y tampoco sirve el hecho de que la ley haga excepción cuando está afectada directamente la Defensa Nacional o los intereses nacionales, porque eso permitiría que esta ley fuera papel mojado. Si el Gobierno decide cuándo tiene que pasar por el Parlamento sus autorizaciones, evidentemente la ley no serviría para nada."
En ese sentido, ha recordado antecedentes: "Además, hay casos hoy, sí, y antecedentes como la operación Atalanta en Somalia, donde después de que los piratas atacaran dos barcos, el Gobierno, por supuesto socialista entonces, propuso al Congreso que autorizara la misión. Fue autorizada prácticamente por unanimidad y los barcos fueron con la satisfacción de que representaban a toda España."
Carlos Cuesta ha preguntado al almirante qué podría ocurrir si la flotilla intentara cruzar aguas territoriales israelíes y si el buque militar podría modificar sus órdenes en ese momento. Garat ha respondido con claridad: "No, no puede haber ninguna modificación. No puede haber, lógicamente, ninguna modificación, puesto que Israel tiene todo el derecho del mundo a detener a los participantes tan pronto como entren en la zona contigua al mar territorial, y eso lo sabe todo el mundo. Es parte del derecho del mar."
Y ha añadido: "Incluso si el Gobierno decidiera cerrar los ojos a esa realidad, no se puede hacer nada. El propio barco en sí no puede hacer nada, no tiene ni las armas ni los elementos necesarios para ayudar en esta circunstancia. Yo creo que todo esto no es más que una medida política que va, en teoría, orientada a la política exterior de España, pero en la práctica está orientada a la política interior. No hay mucho más que sacar de todo este asunto".
Finalmente, Carlos Cuesta ha preguntado sobre las consecuencias que este enfrentamiento podría tener en las relaciones con Israel, que es uno de los mayores proveedores de España en sistemas informáticos y de defensa. El almirante ha explicado: "Sí, pues realmente muy mal, y peor sería si llegáramos a extremos. No porque solo afecte a los contratos o a lo que figura directamente de Israel en los sistemas de armas que tiene España o que produce Europa en general, sino porque la tecnología israelí está, de una manera u otra, mediante asociaciones con empresas, prácticamente en multitud de elementos."

