
La todavía ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría y la responsable de la cartera de Hacienda, María Jesús Montero, participaron en una "caza de brujas" contra las mujeres denunciantes cuando empezaron a aparecer los primeros testimonios contra Paco Salazar, al que varias mujeres habían acusado, a través de los propios canales del PSOE, de comportamientos machistas y acoso.
Lo cuenta una de las periodistas más conocidas de eldiario.es, Esther Palomera, en su crónica de este domingo, en la que analiza la situación del Gobierno y del PSOE, para apuntar en un momento dado:
Montero como Alegría fueron dos de las dirigentes que, cuando elDiario.es publicó las primeras denuncias en junio, participaron en la caza de brujas que se desató en Moncloa y en Ferraz en busca de quiénes eran las denunciantes.
La sospechosa relación de Alegría y Salazar
Pilar Alegría, que en principio va a ser la candidata socialista en las elecciones de Aragón del próximo 8 de febrero, ya se ha visto envuelta en una agria polémica en relación con este caso, después de que a principios de noviembre se publicase que había mantenido una reunión con Paco Salazar, meses después de que estallase el caso y de que el socialista fuese apartado, al menos en teoría.
Ya antes de eso, Alegría había justificado la inacción del PSOE, aduciendo que "no podemos dar cuenta de las cosas que no conocemos" y además aseguraba que "ciertamente no había llegado ninguna denuncia", defendiendo que el partido había "actuado con diligencia" tras conocerse las acusaciones en eldiario.es
Ahora se desvela que esa reacción, que ya había quedado muy en entredicho después de que las denuncias hayan estado paradas cinco meses, en realidad ha sido una persecución a las denunciantes, al menos según Palomera.
Montero y el caso de Torremolinos
Del mismo modo, también María Jesús Montero se ha visto ya implicada en el asunto, tanto por su cargo en el PSOE como, sobre todo, por la pasividad de la federación andaluza que preside en el caso de alcalde de Torremolinos, denunciado ante la fiscalía después de que el partido desoyese durante meses las denuncias presentadas en su cauce interno por una mujer.
Esto se suma a los problemas que le han surgido a la ministra, por el momento también candidata en las próximas elecciones andaluzas, después de que el hombre que ella colocó en la presidencia, Vicente Fernández, haya sido detenido en una operación contra la corrupción.

