Cocina de mercado.

Ese tipo de cocina tan cacareado últimamente, no se basa ni en el entorno histórico del restaurante, ni en los jardines que lo circunda, ni en la cristalería, y si me apuran ni del chef, eso son sólo valores de acompañamiento de lo primero y principal.

Es la materia prima la base del invento, luego si la sabia mano del cocinero, la receta acertada, el sol luce y la cristalería es de bohemia y los cubiertos de fina plata cordobesa, se produce el milagro, y el boca a boca funciona, y la cocina triunfa.

Pero si la materia prima está achuchurría, es de mala calidad o está importada de Marruecos...cagáda pastoret, ya puedes poner a Arzak, o a Ferrán o a Berasategui, o al que asó la manteca, que eso puede mejorarse un poco, pero será siempre un frú frú infecto.

No quería yo pensar en que eso pasa en España, por que he visto muchos ejemplos de alta calidad en nuestras gentes, la materia prima del asunto, pero o esto se va deteriorando a marchas forzadas, es por la sequía, o es que España ya no es España, y estamos en manos de pinches inexpertos y sin imaginación, pero estoy convenciéndome cada día más, que lo que aquí falla es la materia prima, y así, no hay chef que valga.