Mantenella y no enmendalla.
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Mantenella y no enmendalla.
Enviado por Casio el día 28 de Mayo de 2013 a las 06:03
La dificultad del buen gobierno, ni es única, ni fácil de identificar, y desde luego es muy compleja de manipular con éxito, para que su resultado sea eso que llaman "milagro", y no un fiasco, una decepción o una ruína para la nación.
Cuando se trata de una decisión que sólo atañe al ámbito personal, eso de "mantenella e no enmendalla" puede ser hasta motivo de chistes costumbristas, como ocurrió con aquel "D. erre que erre" de Martinez Soria, en que se hacía hincapié en "nuestro carácter empecinado".
Pero conviene al que obra por delegación de, y cuyos actos y decisiones conciernen a vidas y haciendas de tantas gentes que les prestaron su confianza a cambio de algo, que sepan escuchar, y reconducir si conviene una acción de gobierno, dejando que no sea la senda prefijada la que guíe sus pasos, si no las necesidades y las soluciones imaginativas.
Cuando se trata de una decisión que sólo atañe al ámbito personal, eso de "mantenella e no enmendalla" puede ser hasta motivo de chistes costumbristas, como ocurrió con aquel "D. erre que erre" de Martinez Soria, en que se hacía hincapié en "nuestro carácter empecinado".
Pero conviene al que obra por delegación de, y cuyos actos y decisiones conciernen a vidas y haciendas de tantas gentes que les prestaron su confianza a cambio de algo, que sepan escuchar, y reconducir si conviene una acción de gobierno, dejando que no sea la senda prefijada la que guíe sus pasos, si no las necesidades y las soluciones imaginativas.