No hay que olvidar la tradición de 'oligarquía y caciquismo' que ha dominado en la España contemporánea, con toda suerte de partidos, gobiernos y regímenes.
Más allá de lo evidentemente corrupto que fue, como antes que él el felipismo y tras él el zapaterismo, está la obvia voluntad de Zapatero y Rajoy de ennegrecer el aznarismo.
En esta época amenazada por el golpismo nacionalista y el populismo totalitario, en el que un juez es acosado por el mismísimo ministro de Justicia, el ejemplo y las ideas de Unamuno son hoy tan necesarios como en 1936.