El Gobierno de EEUU ha decidido finalmente derribar el globo espía chino que lleva días sobrevolando Estados Unidos y que fue detectado en un primer momento sobre Montana, cerca de una base que alberga misiles intercontinentales.
Aunque inicialmente la administración Biden se limitó a vigilar el dispositivo, finalmente ha decidido derribarlo cuando se ha situado en aguas territoriales estadounidenses.
El régimen chino, que el viernes acabó admitiendo que el globo era suyo alegando que se dedicaba a tareas meteorológicas y acabó en EEUU por error, ha reaccionado trasladando una "enérgica protesta" por lo ocurrido y acusando al gobierno estadounidense de "sobreactuar". En un comunicado, China insiste en la versión de que era un dispositivo civil y todo se ha tratado de un accidente, algo que, aducen, habrían trasladado repetidamente a la administración Biden.
China pidió a EEUU "manejar la situación de una forma reposada y profesional", señalan en la nota, donde afirman que "salvaguardarán los legítimos derechos e intereses" de las empresas relacionadas con el dispositivo y se reservan su derecho a "una reacción posterior".
Mientras, el Gobierno estadounidense no tiene dudas de que se trataba de un dispositivo espía: el globo, que atravesó todo el país de costa a costa, estaba siendo utilizado por la dictadura china para "vigilar lugares estratégicos en el Estados Unidos continental", señaló el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.
Según el Pentágono, el presidente Joe Biden había dado orden de derribar el globo en cuanto fuera posible hacerlo sin riesgo, algo que finalmente ha sucedido cuando se ha situado sobre el Atlántico. La operación se ha desarrollado en coordinación con Canadá, por donde también se desplazó el dispositivo espía.
En la operación de recogida de los restos están participando efectivos de la Marina y la Guardia Costera, que han asegurado la zona y tratan ahora de recuperar las partes del dispositivo, que estarían a unos catorce metros de profundidad.
Los restos serán trasladados a un laboratorio del FBI en Quantico, Virginia, donde serán analizados por expertos de de Inteligencia. Fuentes citadas por la CNN insisten en que están "seguros" de que el dispositivo espía estaba buscando "información sensible" de emplazamientos militares estadounidenses.