
El que fuera asesor de seguridad nacional durante el primer mandato de Donald Trump y embajador ante la ONU de George Bush, John Bolton, reconvertido en feroz crítico del presidente, se enfrenta ahora a los tribunales. El Departamento de Justicia ha anunciado la imputación formal del exasesor de Seguridad Nacional por cerca de una veintena de cargos relacionados con el manejo indebido de documentos clasificados. La investigación comenzó tras la publicación de sus memorias, algunos de cuyos pasajes el FBI sospechó que se habían escrito a partir de material reservado.
La fiscal general, Pamela Bondi, ha sido tajante al respecto: "Hay un solo nivel de justicia para todos los estadounidenses. Cualquiera que abuse de una posición de poder y ponga en peligro nuestra seguridad nacional rendirá cuentas". Un mensaje claro que subraya que "nadie está por encima de la ley", sin importar su anterior cargo o su actual posición mediática.
Por su parte, el director del FBI, Kash Patel, ha defendido la pulcritud de la investigación, basada en "el trabajo meticuloso de profesionales". Patel ha sostenido con firmeza que "no se tolerará el uso de la justicia como arma" y que el FBI actuará contra "cualquiera que amenace nuestra seguridad nacional", en una aparente alusión a las constantes críticas que sufre la institución.
Según el escrito de acusación, Bolton utilizaba supuestamente su correo electrónico para redactar resúmenes diarios de sus actividades en la Casa Blanca, a modo de diario personal, mientras ejercía como asesor de Seguridad Nacional durante la primera Administración de Trump. La información comprometida incluía datos sensibles sobre futuros ataques, capacidades de adversarios extranjeros y relaciones diplomáticas de primer nivel.
Estos hechos se suman al registro del FBI en su domicilio de Maryland el pasado agosto. Tras su abrupta salida de la Casa Blanca, Bolton se dedicó a atacar sistemáticamente a Trump, llegando a publicar un libro de memorias, La habitación donde ocurrió, en el que describía de forma despectiva al que fuera su jefe.
Bolton habla de "venganza"
John Bolton reaccionó a la acusación en su contra declarándose "víctima" de las "armas" del Departamento de Justicia. "La venganza de Trump contra mi comenzó (...) jamás comprometería la seguridad nacional de Estados Unidos", escribió Bolton en su primera declaración luego de ser imputado por ocho cargos por transmitir información de defensa nacional y diez por retenerla, en una corte federal de Maryland.
Bolton agregó que se ha "convertido en el último objetivo del Departamento de Justicia para acusar a quienes considera sus enemigos con cargos que ya fueron rechazados". Según el exasesor, cuando su correo electrónico fue hackeado en 2021 el FBI fue informado y durante los cuatro años de la Administración anterior nunca se presentaron cargos, seguramente en deferencia a su nueva situación como crítico de Donald Trump.
Esta imputación se suma a las que han sufrido el exdirector del FBI James Comey, acusado formalmente por obstruir al Congreso y realizar declaraciones falsas bajo juramento, mientras que la fiscal general de Nueva York, Letitia James, se enfrenta cargos federales por presunto fraude bancario y falsedad documental.
