
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha advertido este domingo de que habrá "sanciones severas" para "cualquier país" que mantenga relaciones comerciales con Rusia, y ha sugerido la posibilidad de incluir a Irán en la medida. El mandatario ha respaldado así una iniciativa en el Congreso estadounidense que busca presionar al mandatario ruso, Vladímir Putin.
La propuesta legislativa está impulsada por los senadores Lindsey Graham (republicano) y Richard Blumenthal (demócrata). Contempla la imposición de aranceles a naciones que adquieran energéticos rusos, así como sanciones secundarias para empresas extranjeras que colaboren en la producción de energía en Rusia.
Estas posibles nuevas sanciones se sumarían a las ya anunciadas por el Departamento del Tesoro en respuesta a la guerra en Ucrania. Dichas medidas, dirigidas contra las principales petroleras rusas como Rosneft y Lukoil, fueron justificadas en su momento como un esfuerzo para "mermar la capacidad del Kremlin" y fomentar "una resolución pacífica de la guerra". Estas sanciones muestran el alejamiento cada vez mayor entre Donald Trump y Vladimir Putin después de comprobar el escaso interés de este último por llegar a un acuerdo de paz con Ucrania.
Trump, que se ha mostrado frustrado con la falta de avances tras su última reunión con Putin para un alto el fuego, apoya así endurecer la respuesta de Washington. Desde el inicio del conflicto, EEUU ha sancionado a más de 6.000 personas y entidades vinculadas a la maquinaria bélica rusa, en una estrategia de presión económica creciente contra el régimen de Moscú.
Rusia no ha tardado en reaccionar. El portavoz de la Presidencia, Dmitri Peskov, ha calificado la iniciativa estadounidense como "algo muy negativo", aunque ha asegurado que Moscú seguirá con atención el desarrollo del proyecto de ley. La respuesta evidencia el nerviosismo del régimen ante una nueva vuelta de tuerca económica.
