Cuanto más se acercan las elecciones en Alemania del 22 de septiembre, más claro se hace que la CDU de Angela Merkel aplastará en las urnas al SPD de Peer Steinbrück, que está a quince puntos en los sondeos. En esta situación, el debate que este domingo enfrentará a los dos candidatos en televisión se presenta como la última oportunidad del socialista para intentar arañar algunos apoyos entre los indecisos.
En Alemania, sin embargo, el debate se vive con escasa expectación y los analistas no tienen dudas de quién será el vencedor, pese a la fama de gran orador de Steinbrück. Todos coinciden en que su principal reto será intentar diferenciarse de Merkel, con quien compartió gabinete en la "gran coalición" de su primer mandato, y tratar de "romper" la pared de la canciller, que ha ignorado durante toda la campaña a su oponente, evitando incluso mencionar su nombre en los mitines.
De Merkel no se esperan sorpresas. Su estrategia, afirman, pasará por defender sus datos económicos y presentarse como la candidata previsible y pragmática que esperan sus electores. Steinbrück, en cambio, tiene el reto de intentar dar la campanada y sorprender a su oponente. No tiene "nada que perder", como le recuerdan hoy en la prensa alemana, instándole a ser "valiente". Su oratoria, sin embargo, podría convertirse en un arma de doble filo. En los meses que han pasado desde su designación como candidato, han sido varias sus meteduras de pata, como la ocasión en que calificó de "payaso" a Berlusconi tras las elecciones.
Los que más auguran un debate "aburrido", como desearía la canciller para terminar de darle la puntilla a su oponente. Quizás, más que para dirimir quién será el ganador en las elecciones, el duelo televisivo sirva para dar alguna pista del escenario tras el 22 de septiembre. Aunque ha sido negado insistentemente por los dos partidos, nadie descarta que pueda repetirse una "gran coalición" si el buen resultado de Merkel no viene acompañado por uno similar para sus socios en el poder, el FDP.
También se ha debatido en estos comicios la posibilidad de que el SPD sume a Die Linke, la escisión izquierdista del partido, a la coalición que intentaría formar con Los Verdes, en lo que sería su única posibilidad para rozar la mayoría, según los últimos resultados de las encuestas. Casi todos los escenarios están abiertos. Aunque el vencedor y el perdedor están prácticamente claros, nadie se atreve a augurar con quién gobernará finalmente la canciller y hay quien incluso vaticina una alianza con Los Verdes que hoy por hoy ambos partidos niegan.