El papa Francisco ha contado a varios periodistas que lloró después de la entrevista con Jordi Évole, emitida este domingo. A bordo del avión papal en su vuelo de regreso a Roma tras su viaje a Marruecos, Francisco aludió al programa de La Sexta Salvados, en el que Évole le enseñó una concertina similar a la que existe en la valla de Melilla con Marruecos. Según dijo el Papa, cuando el reportero se marchó se "conmovió" y "lloró".
"Lloré porque no entra en mi cabeza, en mi corazón, tanta crueldad, o ver ahogarse en el Mediterráneo, en lugar de convertir los puertos en un puente", dijo Francisco. "Ese alambre con cuchillas, no me lo podía creer", repitió el Papa apesadumbrado.
"Los constructores de muros, sean de alambre con cuchillas o de ladrillos, serán prisioneros de los muros que realizan, esta será su historia", dijo Francisco a los 73 periodistas que le acompañaron en su visita a Marruecos. Aunque comprende que a algunos gobiernos les ha "tocado la patata caliente" de la inmigración, los gobiernos, dijo, "deben resolverlo de otra manera". "Con los muros, no se va adelante, permaneceremos siempre cerrados", aseguró el papa.
Por otra parte, Francisco dijo que lo primero que se tiene que hacer "es ayudar a las personas para que no huyan de sus países", pero criticó a una Europa que, aunque "generosa", no puede ser "coherente" si luego permite que los países vendan armas para bombardear en Yemen.
Al responder a otra pregunta sobre las políticas antiinmigración de algunos gobiernos europeos y el voto de los católicos, Francisco señaló que la gente siente "temor", y que es esto "lo que predica el populismo". "Se siembra el miedo y después se toman las decisiones, y el miedo es el inicio de las dictaduras", señaló Jorge Bergoglio y recordó en este punto cómo fue la campaña que llevó al poder a Adolf Hitler.