
A una semana de las elecciones en Alemania, los cuatro candidatos que van en cabeza, el líder de la CDU, Friedrich Merz; la representante de Alternativa por Alemania, Alice Weidel, el líder de Los Verdes, Robert Habeck y el canciller Olaf Scholz, se enfrentaron la pasada noche en un debate electoral en la televisión pública.
Energía, inmigración, la llegada de Donald Trump al poder y su apoyo a la derecha radical alemana y la guerra de Ucrania fueron los principales asuntos, y este último fue el que protagonizó uno de los momentos más intensos del debate. Después de que hace unas semanas fuera criticadísimo por aceptar el apoyo de la AfD en una votación en el Bundestag, Merz, el primero en las encuestas, trató de distanciarse de Weidel atacándola por sus posicionamientos prorrusos.
„Gucken Sie sich die Bilder an, Frau Weidel, schauen Sie sich die Menschen in der Ukraine an. Wir sind nicht neutral, wir sind auf der Seite der Ukraine. Ihre Worte bestätigen mich darin, alles zu tun, um zu verhindern, dass Sie jemals politische Verantwortung in diesem Land… pic.twitter.com/k6ZFOPdAho
— Friedrich Merz (@_FriedrichMerz) February 16, 2025
La candidata de la AfD defendió que en estas elecciones "se estaba decidiendo sobre guerra y paz" y apoyó la puesta en marcha de las negociaciones para el fin de la guerra con las condiciones marcadas por Donald Trump, jactándose de que es lo que piden desde hace años. Weidel criticó que siguiera sobre la mesa el envío de misiles de largo alcance Taurus, que, dijo, deberán ser operados por soldados alemanes en territorio ucraniano: "Ningún soldado alemán en Ucrania, no enviemos ningún armamento más", dijo defendiendo un posicionamiento "neutral" en el conflicto. "Sería una provocación, sin duda, hacia Rusia", añadió.
En un tono especialmente enfático, Merz contestó a Weidel por avisar de que "nunca más Rusia nos verá como un país neutral" si se envían los misiles. "No, señora Weidel, nosotros no somos neutrales, no estamos en posiciones intermedias, estamos del lado de Ucrania, y defendemos con Ucrania el orden político que aquí disfrutamos, y lo que acaba de decir es la confirmación, para mí, de que haré todo lo posible para evitar que usted tenga alguna vez responsabilidades políticas en este país. Esos son los hombres a los que apoyamos y nadie más", dijo en alusión a los militares ucranianos.
El conservador, en la recta final de la campaña, se comprometió a no "trabajar" con este partido y arremetió contra el vicepresidente de EEUU, J.D. Vance, por haber pedido hace tres días el fin del "cordón sanitario" a Alternativa por Alemania: "No voy a permitir que un vicepresidente estadounidense me diga con quién tengo que hablar aquí en Alemania", dijo.
Inmigración y energía
Weidel sostuvo en el debate que quería una Alemania que vuelva a ser "próspera" y "segura", con la promesa de "parar la inmigración ilegal" y "asegurar las fronteras" aumentando los controles y las expulsiones de ilegales y delincuentes. Merz también prometió mano dura con la inmigración y criticó, tras el atentado de la semana pasada cometido por un afgano, que Alemania sea el único país en Europa que aún acepta refugiados de Afganistán. Scholz se defendió diciendo que habrá más vuelos de deportación hacia Afganistán en el futuro mientras Habeck señaló que los talibanes son un "régimen de terror" y han llegado "pequeños contingentes" de refugiados de ese país.
Sobre energía, planeó sobre el debate la transición energética y las políticas verdes de la coalición con furiosos ataques de la líder de la Afd, que afirmó que Alemania sufre los peores precios de energía de su historia. "Lo cambiaremos con más opciones tecnológicas", citando el carbón, cuyo fin pretenden Los Verdes en 2030, la nuclear, apagada desde 2023, el gas (Weidel pretende volver a comprarlo de Rusia) y las renovables "sin subvenciones".
Wir müssen diesen Versagern konsequent zeigen, wo der Hammer hängt. Scholz beerdigt Weidel live im Fernsehen. #Quadrell pic.twitter.com/6gZceSqTOC
— Mattheus Berg (@MattheusBerg) February 16, 2025
En el debate, Weidel acusó a Habeck y Scholz de haber emprendido la "desindustrialización" de Alemania: el canciller lo negó y la acusó de lanzar ocurrencias "al aire" para bajar el coste de la energía. "¿Quiere que el Estado compre petróleo, compre gas? ¿Esa es su propuesta?", preguntó Scholz en tono burlón mientras Weidel le acusaba de haber "traicionado" a sus votantes.
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