Existe un contiente donde el cristianismo crece considerablemente. El 20% de los 1.400 millones de católicos son africanos, y la idea de un Papa negro cobra cada más fuerza. El cardenal Peter Turkson es uno de los aspirantes más reconocidos de África, del mismo modo que Robert Sarah o Fridolin Ambongo. Su nombre sonó ya en el 2013, pero él mismo admitió entonces que no estaba preparado.
Peter Turkson, de 71 años, es el primer cardenal de Ghana y una de las figuras más destacadas del catolicismo africano. Nació en Wassaw Nsuta en 1948, fue el cuarto de diez hijos y vivió una infancia humilde. Su formación espiritual comenzó en seminarios de Ghana y Nueva York, y culminó con estudios en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, donde se doctoró en Sagradas Escrituras.
Fue ordenado sacerdote en 1975 e hizo historia como el primer ghanés en ser nombrado cardenal, en el 2003 y por Juan Pablo II. A lo largo de su carrera, ha ocupado cargos clave, como presidente de la Conferencia Episcopal de Ghana, del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, y prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, cargo que desempeñó hasta 2021.
Turkson ha desarrollado una postura ideológica algo conservadora en temas sociales, pero también ha mostrado cierta apertura en cuestiones sensibles. Ha defendido que la homosexualidad no debe considerarse un delito, desmarcándose así de la criminalización vigente en muchos países africanos. En 2012 difundió un video donde alertaba sobre la islamización de Europa.
Habla seis idiomas, ha participado en los cónclaves de 2005 y 2013, y su nombre vuelve a sonar como uno de los posibles sucesores de Francisco. Desde 2022, ocupa el cargo de Canciller de la Academia Pontificia de Ciencias y de Ciencias Sociales. En 2018 publicó el libro Corrosión, en el que denunció la corrupción como una plaga global señalada por muchos obispos durante sus visitas al Vaticano.