
Las últimas encuestas sobre la intención de voto para las elecciones presidenciales del próximo domingo en Venezuela muestran una clara preferencia por la opción de Edmundo González Urrutia, con diferencias que parecen irrecuperables para el chavismo. Pese a eso, el candidato opositor, acompañado por María Corina Machado, ha mantenido el ritmo de una campaña que ha recibido a multitudes en cada una de las ciudades que ha visitado.
En una rueda de prensa, González Urrutia señaló que "estamos convencidos de nuestro triunfo (...) todas las mediciones de opinión que conocemos nos dan una cómoda y amplia victoria, y ni siquiera que hagan algunas triquiñuelas hasta el 27 de julio podrán alcanzar el gap (la diferencia), la brecha que hay entre nuestra candidatura y la candidatura oficialista. No es posible que nos quiten ese triunfo".
Además de eso, el opositor también mostró su confianza de que las Fuerzas Armadas respetarán los resultados que salgan de las urnas el próximo domingo. Aseguró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) "se mantendrá apegada" a la Constitución ya que está "al servicio exclusivo de la nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna".
Por su parte, Machado señaló que "estamos aquí con los brazos abiertos y los corazones abiertos porque, en este proceso de transición, todos somos necesarios para echar este país (…) porque el miedo se perdió, la amenaza de violencia, la amenaza de persecución ya no funciona".
Advertencias de los aliados de Maduro
Lo que parece obvio es que en estas elecciones no solamente el dictador Nicolás Maduro se juega la permanencia en el poder, sino también de un régimen que ha estado muy cercano a las izquierdas más radicales de la región. Sin embargo sus últimas amenazas de una guerra civil y un "baño de sangre" en caso de perder ha preocupado a más de uno de sus aliados.
El primero de ellos fue el presidente de Brasil, Lula da Silva, quien señaló hace unos días que se asustó cuando escuchó las amenazas de Maduro. Entonces dijo que "el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre" y recalcó que "Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones". Por eso, señaló que las elecciones de este domingo serán "la única oportunidad" para que Venezuela "vuelva a la normalidad".
El que respaldó las declaraciones de Lula fue el presidente de Chile, el comunista Gabriel Boric: "Concuerdo y respaldo las declaraciones de Lula: no se puede amenazar bajo ningún punto de vista con baños de sangre. Lo que reciben los mandatarios y los candidatos son baños de votos y esos baños de votos representan la soberanía popular, que debe ser respetada". Agregó que "en víspera de esta elección tan importante, formulo un llamado al Gobierno y al poder electoral venezolano a garantizar el normal desarrollo del proceso electoral con garantías, en especial para la oposición, otorgando un irrestricto respeto a los resultados que sean debidamente acreditados".


