
El domingo 28 de julio es una fecha que todos los venezolanos tienen marcada en el calendario desde hace algún tiempo. También -y, probablemente, ellos en especial- los ocho millones que se encuentran forzosamente exiliados por culpa de la represión y las pésimas condiciones de vida generadas por el régimen.
La oposición, con Edmundo González Urrutia a la cabeza -y el respaldo de María Corina Machado-, está más unida que nunca. Según las encuestas, los opositores al régimen chavista superan entre treinta y cuarenta puntos al dictador Nicolás Maduro. Así lo ha recalcado una y otra vez, en multitud de instancias internacionales, el opositor Leopoldo López. La duda que todo el mundo tiene es si el aparato del Estado permitirá que esas tendencias se reflejen en las urnas o si, de producirse, la respuesta de Maduro será tan violenta que desencadene una represión sin límites del Estado contra la oposición democrática.
Por los micrófonos de La Noche de esRadio, junto a Esmeralda Ruiz, ha pasado Román David Ortiz, analista del Centro de Seguridad Internacional de la Universidad Francisco de Vitoria. Un experto que está convencido de que el cambio es posible, pero no porque vaya a ser "exclusivamente el resultado de lo que pase en las urnas". Y es que ha dejado claro que, "viendo la trayectoria del personaje", tras las elecciones, "Maduro va a romper, sin lugar a dudas, las reglas del juego".
Según Román David, la cuestión principal de este proceso es si, después de "haber estado, permanentemente, hostigando a la oposición y dificultando su movilización", el dictador chavista va a aceptar el resultado de las urnas y si "va a estar dispuesto a ceder el control sobre el ejecutivo, el elemento que le ha permitido controlar Venezuela y convertirla en una estructura criminal".
Una vez pasada la jornada electoral, el punto clave para Román David es la postura que vayan a adoptar los adeptos al régimen. Él asegura que, aunque Maduro no, "sí puede ser que un sector de la dictadura esté dispuesto a buscar un acomodo con la oposición".
El contexto internacional en el que se van a celebrar estas elecciones es tremendamente complejo y, según Román David, "realmente difícil para una victoria opositora". Según él, Cuba y Rusia, los principales aliados de Venezuela, no están dispuestos, por cuestiones estratégicas, a perder el control sobre Caracas. Además, el principal respaldo que tienen los seguidores de González Urrutia y María Corina Machado es el Gobierno de Estados Unidos, que ahora "navega en su propio proceso electoral y en un debate político interno muy intenso y de mucha polarización". Todo ello complica la fuerza y la capacidad de presión de la oposición venezolana.
La atención internacional más allá de Latinoamérica, asegura Román David, no está puesta en Venezuela tanto como debería. Según el analista, los conflictos armados que, simultáneamente, están teniendo lugar a lo largo del mundo -la invasión de Ucrania, la guerra en Gaza, el riesgo de una escalada de Israel contra el Líbano para acabar con el terrorismo de Hezbolá o la crisis entre China y EEUU por Taiwán- están haciendo que el proceso electoral venezolano no concentre toda la atención que necesitaría.
A pesar de todo ello, Román David sí aprecia "mayor interés en América Latina" sobre Venezuela en comparación con otros momentos. El analista afirma que "hay voces muy favorables en apoyo de la oposición venezolana. El Gobierno de Milei está jugando un papel fundamental".
Por último, Román David no ha querido dejar pasar la oportunidad de destacar algo que este grupo no ha dejado de contar: la complicidad del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con la dictadura venezolana. Desde La Noche de esRadio, Esmeralda Ruiz le ha preguntado al analista por la decisión de Maduro de hacer que el socialista español sea el líder del grupo de observadores internacionales en este proceso electoral. Román David ha asegurado que es "un movimiento perfectamente lógico por parte del régimen chavista" puesto que "sabe que tiene en Zapatero un cómplice dispuesto a aceptar los abusos que ha cometido hasta ahora y los que va a seguir cometiendo para tratar de contener la derrota del chavismo". Es, ha afirmado, una vergüenza para nuestra país "tener un expresidente asociado con la peor dictadura en América Latina".
