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"Expiación de los crímenes comunistas"

De horrible gulag soviético a catedral dedicada a los mártires

La ciudad kazaja de Karaganda albergó una red de gulags, los más horribles de la URSS. En esa misma tierra se ha consagrado una catedral.

La ciudad kazaja de Karaganda albergó una red de gulags, los más horribles de la URSS. En esa misma tierra se ha consagrado una catedral.
Presos del gulag de Karaganda y la actual catedral

El pasado domingo se vivió en Kazajistán un día histórico. Tierra marcada por haber recluido a millones de personas en sus gulags durante la era soviética, este país asiático ha podido enterrar aún más aquel fatídico pasado de ocupación comunista.

El pasado domingo fue consagrada en la ciudad de Karaganda una catedral católica dedicada a la Virgen de Fátima. Un hermoso y enorme templo en un país donde los católicos son una pequeña minoría. Pero lo más destacable es que este templo se ha situado junto al temible gulag en el que miles de personas perdieron la vida durante el régimen de la URSS. Precisamente este campo es uno de los que habla Alexander Solzhenistsyn en su indispensable líbro y al que definía como el "principal capital de provincias del Archipiélago Gulag".

"Por la memoria de las víctimas"

El rito de consagración fue presidido por el que fuera secretario de Estado vaticano, el cardenal Angelo Sodano, legado del Papa Benedicto XVI para este histórico acto. Según informa la agencia Fides, más de 1.500 fieles llenaron el templo junto a decenas de sacerdotes y obispos. Al acto también acudieron con alegría líderes ortodoxos, musulmanes y las autoridades civiles.

Este proyecto ha podido ser realizado gracias a las aportaciones de miles de fieles de toda Europa ya que los católicos kazajos son muy pocos y con escasos medios económicos. Aún con estas dificultades se ha podido erigir un impresionante símbolo religioso donde antes se situaba el paradigma del comunismo.

La consagración de esta catedral en un lugar tan representativo no ha sido casual y no ha pasado desapercibida para los cristianos de esta república exsoviética. Así, el obispo auxiliar de Karaganda, Athanasius Schneider, afirmó en una entrevista concedida a Zenit que "es un lugar sagrado para la memoria de las innumerables víctimas del régimen comunista. La nueva catedral será un santuario de oración y expiación por los crímenes del régimen ateo y comunista". Del mismo modo, se manifestaba el rector del seminario local: "Todos creemos que estos son los frutos de los mártires y del sufrimiento que los cristianos han vivido en el pasado en estas tierras".

Enorme gulag soviético

De hecho, se calcula que por el gulag de Karaganda pasaron 1,3 millones de personas y  murieron miles de ellas. Kazajistán se convirtió en la era soviética en el lugar de deportación por excelencia. Entre los deportados a los gulag de este enorme país había miles de católicos polacos además de ucranianos y alemanes. También había de Lituania y Bielorrusia.

Esta ciudad donde se ha erigido la catedral dedicada a Nuestra Señora de Fátima albergó una red de campos llamados "karlag", uno de los más horribles puntos de encarcelamiento y tortura contra presos políticos y religiosos. Sin embargo, no consiguieron su objetivo puesto que muchos de los sacerdotes deportados favorecieron que pudiera crearse una Iglesia clandestina. Entre ellos destacó la labor del padre Alexij Saritski, beatificado por Juan Pablo II en 2001.

Pero el objetivo comunista de arrancar y eliminar la fe no prosperó. Pese a la persecución religiosa y gulags como el de Karaganda sus frutos se han traducido en que la ciudad posee ahora una gran catedral católica, una gran iglesia ortodoxa y otra gran mezquita.

País enorme con una minoría católica

Kazajistán es hoy en día el noveno país más grande del mundo en extensión aunque apenas supera los 16 millones de habitantes. De ellos, un 47 por ciento es musulmán mientras que el 46% está formado por cristianos de varias confesiones.

Según datos de Ayuda a la Iglesia Necesitada en el país viven unos 184.000 católicos, que en su mayor parte son descendientes de europeos orientales deportados durante la dictadura comunista, como polacos y ucranianos.

La Diócesis de Karaganda, cuarta ciudad del país, es enorme. Abarca un total de 711.000 kilómetros cuadrados, el doble que Alemania. A pesar de ello apenas cuentan con 17 parroquias católicas y 10 sacerdotes que atienden a más de 30.000 católicos

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